El pasado domingo, con una climatología un tanto dudosa, nos plantamos el La Robla para continuar El Camino del Salvador desde el mismo punto donde lo que habíamos dejado el 6 de marzo, en esta ocasión en compañía de Chema, pues Toño se empeñó en quedarse en casa con "una ciática y la edad".
La travesía de La Robla resulta un tanto confusa y debe utilizarse la intuición, ya que la señalización brilla por su ausencia, la primera y descolorida flecha se encuentra junto a la última casa del pueblo. A partir de este punto se normaliza, tanto en forma de flechas, como en mojones o tablas de los Cuatro Valles.
Vamos pasando sin dificultad por Puente del Alba, la Ermita del Buen Suceso y Pola de Gordón, al poco de dejarla atrás y pasar bajo las vías, se llega a un pequeño polígono industrial, donde no hay señalización hasta alcanzar la LE-473 que nos lleva a Beberino, seguimos el trazado de la misma hasta el desvío de Buiza a donde se llega después de pasar por la ermita de N. Sra. del Valle.
En el impecable albergue municipal de Buiza, nos encontramos a Joaquín, peregrino aragonés que se encuentra haciendo el Camino desde Madrid ¡Buen Camino Joaquín!.
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| Con Joaquín a la puerta del albergue de Buiza |
Desde la iglesia de Buiza, para seguir el camino de verano tomamos dirección Rodiezmo, pues aunque no se pasa por éste núcleo, es la referencia que se indica en su fachada, la opción del camino de invierno sigue hacia Villasimpliz.
A partir de aquí comienza el tramo más bonito de todo el recorrido, rodeamos la repoblada escombrera generada por las obras del AVE, para iniciar un espectacular ascenso hacia las Forcadas de San Antón, donde se transita por un tramo de calzada y se pueden contemplar los restos del antiquísimo cenobio de San Antón.
Aquí se inicia el descenso entre arbolado, por el
Camino de los Arrieros hacia el
Barrancón, lugar donde encontramos la primera de las muchas flechas metálicas, que pacientemente coloca
José Antonio "El de Santa Lucía" al que dedicaremos una entrada próximamente, por cierto lo que no logramos ver es
"La cruz de La Salve".
Gracias a sus flechas nos orientamos en la sucesión de praderías que se atraviesan hasta Poladura de la Tercia, cuidado con los cables de los pastores eléctricos, algunos están funcionando.
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| Llegando a Poladura, al fondo Las tres Marías y El Cuitu Negru (Pistas de esquí de Pajares). |
Nada más dejar atrás el núcleo de Poladura en sentido ascendente de la carretera, en la vertical pradería de la derecha a la altura de la primer curva a izquierdas, se encuentra la señal de madera que marca el inicio, del casi permanente ascenso, por pequeños valles, hondonadas y pasos entre roca, hasta el collado del Cantu la Tusa. 1.568 mts.
Desde aquí un corto y empinado descenso, para remontar la ladera del Cuchillo, cota más alta de la jornada y del Camino del Salvador 1.572 mts. desde el que ya se avista Arbas, a donde llegamos después de otro baja y sube por el valle Madera, con descenso final por las Caballetas hasta la Colegiata de Sta. María.
Esta etapa tiene los tramos más alpinos y bonitos que hayamos encontrado en los Caminos a Santiago recorridos, con casi 30 kmts. y algo más de 8 h. de duración, creemos que en condiciones de peregrinación normal, con varios días acumulados y mochila pesada, es conveniente dividir este trayecto en dos jornadas. Con mal tiempo niebla o nieve, desde Buiza mejor continuar por Villasimpliz.
