Lugar: Furelos
El acceso al pequeño pueblo de Furelos se hace por la “ponte velha”, nombre que recibe en antiguos documentos uno de los más bellos puentes que jalona el Camino en tierras gallegas.
El puente, con cuatro arcos desiguales de medio punto y tajamares triangulares fue construido en el siglo XII, siendo utilizado como único paso sobre el río Furelos hasta finales del siglo XIX.
Ya en la otra margen del río, sobre los tejados de Furelos, sobresale el pequeño campanario de la iglesias de San Juán, antigua parroquial de Furelos.
El origen de éste pequeño templo debe buscarse a principios del siglo XIII. Pero tras la reconstrucción realizada en el siglo XIX, apenas se conserva de su fundación el muro sur y algún detalle ornamental en el alero del mismo.
En su interior además del retablo, que preside imagen de San Juán, llama la atención un Cristo crucificado con la mano derecha caída, obra de Manuel Cajide escultor nacido en Furelos.
Dicen los lugareños; que si en Leboreiro es La Virgen quien recibe a l@s Peregrin@s, en Furelos su Hijo les tiende la mano.
Situación: Antigua parroquia de Furelos, actualmente parroquia y concejo de Melide
Localización: Lat. 42º 54’ 32.11’’ N - Long. 7º 59’ 56.94’’ W
Etapa en la que se encuentra: Palas de Rei - Arzúa
Dista: 13,7 Kmts. desde Palas de Rei - 1,5 Kmts. a Melide
Altitud: 410 mts.
Camino: Francés
El acceso al pequeño pueblo de Furelos se hace por la “ponte velha”, nombre que recibe en antiguos documentos uno de los más bellos puentes que jalona el Camino en tierras gallegas.
El puente, con cuatro arcos desiguales de medio punto y tajamares triangulares fue construido en el siglo XII, siendo utilizado como único paso sobre el río Furelos hasta finales del siglo XIX.
Ya en la otra margen del río, sobre los tejados de Furelos, sobresale el pequeño campanario de la iglesias de San Juán, antigua parroquial de Furelos.
El origen de éste pequeño templo debe buscarse a principios del siglo XIII. Pero tras la reconstrucción realizada en el siglo XIX, apenas se conserva de su fundación el muro sur y algún detalle ornamental en el alero del mismo.
En su interior además del retablo, que preside imagen de San Juán, llama la atención un Cristo crucificado con la mano derecha caída, obra de Manuel Cajide escultor nacido en Furelos.
Dicen los lugareños; que si en Leboreiro es La Virgen quien recibe a l@s Peregrin@s, en Furelos su Hijo les tiende la mano.
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