"Una mañana en el Cielo ... del Camino Primitivo"

La Sierra del Aramo emerge en el mar de nubes

Que mejor alternativa para pasar la mañana de un domingo, cuando se queda "solo en casa", que por  el techo del Camino Primitivo.

Aprovechando que Ana se había ido a pasar el fin de semana con Nayra, Paco y el "calorcito" de Madrid, ...

En el Collado de La Marta

... yo opté por acercarme hasta La Mortera, para recorrer el tramo de la etapa de Hospitales que separa la capilla de San Pascual del collado de La Marta, con la intención de hacer alguna foto y después comer en Campiello ¡ACIERTO PLENO!.

Si bien salí de Oviedo y llegué a La Mortera medio "orbayando" y con bastante niebla, todo apuntaba a que la zona alta estaba despejada y así fue.

A medida que ascendía comenzaron a aparecer trozos de cielo azul, despejando provisionalmente, a partir La Paradiella, regalándonos una espectacular imagen de las montañas asturianas emergiendo de un inmenso mar de nubes, ...

... pues a esa altura de la mañana ya me había encontrado con tres Peregrin@s estoni@s que habían pernoctado en Campiello, y al igual que yo, disfrutaban del "Cielo" del Camino Primitivo.

Mientras recorro el tramo que discurre por los hospitales de Fonfaraón y Valparaíso hasta La Marta y viceversa, la niebla inicia un sube y baja, ...

Compartiendo la bebida fresca, con l@s estoni@s

... que terminará privando de la grandeza del paisaje a l@s menos madrugador@s, que dicho sea de paso solo eran tres; ...

... Manolo, un aguerrido "maño" que hace el Camino en bici y pensaba llegar hasta Grandas de Salime y un afable matrimonio alemán, ...

... que parecía disfrutar del entorno tanto o más que si estuviera despejado y que encontré, a eso de las dos de la tarde, cuando llegaban a La Paradiella.

De nuevo en el coche para realizar la obligada parada en Campiello, no solo para reponer fuerzas después de los casi 18 km. por el "Cielo del Primitivo", ...

... también para saludar a nuestr@ viejos amig@s Herminia y Javier y conocer sus nuevas y magníficas instalaciones, que a buen seguro serán lugar de parada y referencia para much@s de los que andamos por esos Caminos de Santiago.

Por cierto que mi autoestima recibió una buena dosis de refuerzo, al ver que nuestra guía ocupa un lugar preferente junto a la de Carlos Mencos y al libro de J.C Rufin "Immortelle Randonnée", ¡casi nada!.

Y para rematar el día, en la bolera de Herminia estaban disputando una partida de Bolo Celta, jornada casi insuperable, que rematé en el regreso a casa y hasta la hora de recoger a Ana, con una buena dosis Private Investigations de los Dire Straits.

Asturcones en la Sierra de Fonfaraón