Este año el otoño nos pilló llegando a Melide por el Camino Primitivo y sin haber cumplido con nuestra tradicional visita anual a La Santina, así que aprovechando la festividad de La Pilarica, el pasado domingo Ana y yo recorrimos los 32,5 km. que separan Villaviciosa de Arobes.
Para el miércoles 12, recorrer los 18,5 km. restantes desde Arobes hasta la Cueva de Covadonga.
La parte inicial del tramo recorrido el domingo, por eso de ser terreno muy familiar, la caminamos sin apenas darnos cuenta, dejando atrás Fuentes, La Venta, El Moratín, donde nos encontramos a José Manuel "cabruñando" la guadaña.
Para afrontar la cuesta de Xaular, desde donde pudimos contemplar Solares y recordar con nostalgia los años y vivencias que compartimos con sus habitantes, de los que desgraciadamente apenas quedan media docena.
Antes de alcanzar Breceña, también nos da tiempo de recordar a los de Miravalles y El Cotu, la otra cuna de Ana.
Superada la escuela y la capilla de Ánimas de Breceña, aparece ante nosotros Buslaz, tocándome a mí el turno de recordar parte de mis raíces.
En Pie Camín el perfil se hace más suave y rápidamente alcanzamos el corto repecho que nos deja a las puertas del cementerio de Sietes, ante la incomparable imagen de la sierra del Sueve, que ya nos hará compañía durante el resto de la jornada.
Atravesado Sietes, hacemos lo propio con Perviyao, donde aprovechamos para quitar algo de ropa y comer un par de riquísimos "piescos", ya se sabe que una de las ventajas de hacer Camino en otoño es que te provee de algún que otro manjar de los que solo se encuentran en la naturaleza.
Desde aquí a Llares y Anayo, donde el cuerpo ya nos pide una tapa de queso y una cerveza, para poder iniciar sin miedo a un "paxarón" el descenso a Borines.
Tras un tramo de asfalto, nos desviamos por la derecha continuado el descenso a la desaparecida y transformada casería de La Retuerta, para seguir bajando hasta Borines, ...
... donde recuperamos el asfalto sobre el que alcanzamos y dejamos atrás Vallobal para llegar a Miyares, donde se cambia la carretera por un amplio camino, también asfaltado, que nos conduce por La Estrada hasta La Goleta.
Desde la derruida escuela se continúa hasta Sorribas, pasando junto a numerosos lugares donde se encuentran sus conocidas casas de aldea. Tal como teníamos previsto al llegar a la pequeña pero de incomparable entorno área de descanso de El Cotal, toca dar cuenta de la exquisita empanada y los "carbayones" de "la confi", Colón claro está, que antes de salir recogimos
(recién sacada del horno) y que cada vez que abría la mochila, un reconfortante aroma me recordaba su presencia.
Una vez recuperadas fuerzas, toca bajar a Cúa y afrontar la cuesta de La Viña, ...
... dejando a un lado el bonito caserío de La Felguera, hasta iniciar el descenso a Prunales y desde aquí a la N-634, por la que alcanzamos Arobes, donde generosamente Xua nos viene a recoger.
Pese a las previsiones de lluvia, a eso de las 8,30 de la mañana del pasado miércoles, Ana y yo retomamos el Camino a Covadonga desde Arobes, lugar donde lo habíamos interrumpido el domingo.
El fresco de la mañana y el de apenas haber comenzado la jornada, nos permite afrontar el repecho del Romillín hasta la capilla de San José, con ánimo y buen ritmo.
Para iniciar el descenso a la Vega de los Caseros y tras un agradable tramo a la vera del Sella, alcanzar Cangas de Onís.
Superado Cangas, el primer tramo, hasta Soto de Cangas discurre por un cómodo camino, que aunque asfaltado nos mantiene lejos del tráfico, para una vez atravesado éste pequeño núcleo en el que aprovechamos para hacer un ligero repostaje, incorporarnos a la acera de la AS-262 por la que recorremos los últimos 6 km. de la jornada.
Retomada la marcha, poco a poco vamos dejando atrás La Riera, Muñigo desde donde ya se avistan las torres de la Basílica y ...
... el Repelao, puerta de Covadonga y del Parque Nacional de Los Picos de Europa.
Para finalmente alcanzar los leones de la discordia y ...
... la base de las escaleras por las que se asciende hasta la Cueva.
Ahora toca cumplir con los ritos de todo Peregrin@, subir a la Cueva para visitar y darle las gracias a La Santina, ...
... encender algunas velas por los familiares, amig@s y el encargo de Blanca, ...
... las fotos de rigor y ...
... esperar a l@s del "Fura" que nos vienen a recoger, porque ahora toca reponer fuerzas y celebrar que "un año más" llegamos a Covadonga caminando.
Y además que Rosana y Quique hacen 37 años de "recién casados" ¡MUCHAS FELICIDADES! y a por otros 37.
La comida en el Chigre de Arenas de Parres, sin comentarios, creo que la imagen lo dice todo, ¡impresionante documento!.
En resumen: un día ¡PERFECTO!.
Para iniciar el descenso a la Vega de los Caseros y tras un agradable tramo a la vera del Sella, alcanzar Cangas de Onís.
Superado Cangas, el primer tramo, hasta Soto de Cangas discurre por un cómodo camino, que aunque asfaltado nos mantiene lejos del tráfico, para una vez atravesado éste pequeño núcleo en el que aprovechamos para hacer un ligero repostaje, incorporarnos a la acera de la AS-262 por la que recorremos los últimos 6 km. de la jornada.
Retomada la marcha, poco a poco vamos dejando atrás La Riera, Muñigo desde donde ya se avistan las torres de la Basílica y ...
... el Repelao, puerta de Covadonga y del Parque Nacional de Los Picos de Europa.
Para finalmente alcanzar los leones de la discordia y ...
... la base de las escaleras por las que se asciende hasta la Cueva.
Ahora toca cumplir con los ritos de todo Peregrin@, subir a la Cueva para visitar y darle las gracias a La Santina, ...
... encender algunas velas por los familiares, amig@s y el encargo de Blanca, ...
... las fotos de rigor y ...
... esperar a l@s del "Fura" que nos vienen a recoger, porque ahora toca reponer fuerzas y celebrar que "un año más" llegamos a Covadonga caminando.
Y además que Rosana y Quique hacen 37 años de "recién casados" ¡MUCHAS FELICIDADES! y a por otros 37.
La comida en el Chigre de Arenas de Parres, sin comentarios, creo que la imagen lo dice todo, ¡impresionante documento!.
En resumen: un día ¡PERFECTO!.
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