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28 feb 2019

"Santiago de Atitlán"


La manera más fácil de llegar a Santiago de Atitlán,


aunque también puede hacerse por una tortuosa carretera, ...


es en uno de los pequeños barcos que desde el muelle de Panajachel, dan servicio a los doce pueblos que se extienden por la orilla del lago Atitlán.


Antes de desembarcar, además de las sencillas canoas que se utilizan para pescar, ...


llama la atención el curioso lavadero lacustre donde las mujeres santiaguinas, al mismo tiempo que hacen la colada, ...


aprovechan para el aseo personal.


Una vez en el muelle, el enjambre de vendedoras que se precipitan sobre los barcos de visitantes, denota la influencia que tiene el turismo en la economía local.


Efecto que se confirma con la flota de tuc tuc que esperan al viajero ...


y los cientos de puestos de souvenirs que jalonan la calle que asciende hasta el principal objetivo de nuestra visita, ...


la Parroquial de Santiago Apóstol, templo fundado en el año 1547, considerado el más antiguo de Centro América.


Iglesia que encontramos abierta a una gran plaza, después de atravesar el parque central y su multicolor mercado, ...


espacio que conforman los locales del Centro Educativo Parroquial, la capilla de Maximón, el convento Franciscano, el propio Templo y la casa Parroquial. En la explanada, frente a la portada de la iglesia se levanta la “Cruz del Atrio”, símbolo pétreo del siglo XVI, que se conserva desde la época colonial.


El edificio consta de una sola nave, a la que se accede por un simple arco peraltado bajo una balconada de madera, sostenida por seis sencillas columnas en lo alto de una escalinata piramidal de veinte peldaños, que representan los veinte meses del calendario Maya.


El conjunto basilical lo completa una sobria torre campanario, adosada al lado izquierdo de la fachada, que remata la imagen del Apóstol a caballo bajo una corona.


Nada más acceder al interior llaman la atención las coloridas telas que cuelgan del techo, así como el gran número de imágenes católicas vestidas con vistosos colores alineadas en los muros laterales.


Tanto éstas como las que se alojan en los retablos, son vestidas y cambiadas cada mes, por una de las trece cofradías con sede en la iglesia.



La nave está rematada por la capilla Mayor y dos laterales comunicadas entre sí, a las que se accede bajo respectivos arcos para alcanzar el lugar en el que, desde hace 500 años conviven la cultura Maya y la fe Católica.


En el retablo Mayor, construido en el siglo XVI y restaurado en el año 1978 pues fue seriamente dañado por el terremoto de 1978, se mezclan numerosos elementos Católicos y Mayas “Tz’utujil”, siendo uno de los lugares de mayor devoción entre la comunidad santiagueña.


En el centro de la primera calle se encuentra la imagen del Apóstol Santiago, escoltada por otras cuatro imágenes, todas ataviadas con trajes típicos de la localidad. En las calles superiores se hayan distribuidas otras tres y una, con una concha invertida que contiene a San Salvador en el ático, todas sin vestimenta local. Con excepción de la imagen de Santiago y San Salvador, el resto nos resultó imposible identificarlas.


En el guardapolvo izquierdo del retablo se representa a un chamán, que porta un bastón con un cáliz en la mano izquierda y en la derecha la máscara de Rijlaj Mam (el Gran abuelo) o “Maximón”, divinidad ancestral tan antigua como los pueblos Mayas primitivos de Guatemala, creado por el Corazón del Cielo y de la Tierra, por los Creadores y Formadores en el momento de la creación del universo y la humanidad.


En las cinco casas del banco, también se representan distintas escenas con marcado carácter al culto y tradiciones locales. Fuera del retablo, pero dentro de la capilla mayor, también se encuentra la imagen de Dios Padre con su hijo crucificado, ataviados igualmente con el traje típico.


En la capilla izquierda, se encuentra el altar de Jesús Crucificado, cuya imagen está vestida con delantal y pañuelo tradicional, ante la que los hombres realizan sus peticiones.


Siendo en la capilla de la derecha, dedicada a Santa Ana, donde las mujeres piden fertilidad o encontrar pareja.


En el patio del convento, al que se accede desde la iglesia, se encuentra la pequeña capilla que custodia al Santísimo, otro lugar importante para el recogimiento y oración de los lugareños.


De nuevo en el exterior y frente a la portada, por la derecha se levanta la Casa parroquial, en cuyo interior se encuentra la capilla en la que asesinaron al Padre Apla´s, nombre en Tzutuhil de Francisco Stanley Rother, sacerdote americano asesinado en el año 1981 y beatificado en 2016 por Papa Francisco, considerado el primer mártir de Estados Unidos.


En la esquina izquierda de la plaza y separada del convento por una calle, se encuentra la capilla de Maximón, ...


lugar al que es llevada el miércoles Santo, desde el domicilio particular que le correspondió custodiarla durante el año, la figura que representa al guardián protector del pueblo “Tz’utujil”, Rijlaj Mam (el Gran abuelo), para que durante el jueves y viernes pueda recibir multitud de visitas con abundantes ofrendas a cambio de sus ruegos y peticiones.

Foto:Itinerant Lees Lake Atitlan

La figura de Maximón está realizada en madera de “tz’atel” o de “palo de pito”, árbol abundante en la región mesoamericana y que en la mitología se propuso guardar y proteger al pueblo.

2 comentarios:

  1. Qué fantásticas fotos, como de National Geofrafic, una pasada, sinceramente. Vaya aventura la vuestra. Tengo una amiga, profesora de instituto ya jubilada, que ha estado por allí en alguna ocasión y me habla maravillas de aquellas personas pero lo frágil de su vida; cualquier día, cualquier volcán, hace ¡pum! y adiós a todos ellos. Aún así es una maravilla, agradecido quedo.

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    1. Hola Daniel, verdaderamente fue un viaje precioso, aunque un poco corto, pues es un país extraordinario sorprendiéndote a cada paso, tanto con su naturaleza como con sus gentes y costumbres.
      Pese a la cierta inseguridad que se puede respirar en algún lugar, merece la pena darse una vuelta por allí para intentar imaginarse lo que pudo ser en su época de esplendor y lo que podría ser ahora, con otros “gestores”.
      A la presencia de las fumarolas de los volcanes, casi te acostumbras al ver la naturalidad con la que conviven con ellos los “Chapines” y respecto a las fotos, en ese escenario y con esa luz y los colores salen casi sin querer.
      Un abrazo y muchas gracias por tu fidelidad al blog.

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