Lugar: Quemadero de Finisterre
Debido a lo arraigado de éste rito y a los cientos de Peregrin@s que alcanzan Finisterre, hace unos años, se prohibió hacer fuego y abandonar objetos en todo el espacio natural del cabo, a raíz de lo cual se construyó "el quemadero".
Un lugar para poder incinerar cualquier objeto, sin el peligro que generaban las numerosas hogueras que en otros tiempos proliferaban en la zona.
Situación: Concejo y parroquia de Finisterre
Localización: Lat. 42º 52’ 54.18’’ N - Long. 9º 16’ 18.75’’ W
Etapa en la que se encuentra: Cee o Corcubión - Faro de Finisterre
Dista: 3,0 Kmts. desde el pueblo de Finisterre
Altitud: 105 mts.
Camino: De Finisterre
No se tiene conocimiento de la época en la que l@s que se acercaban al fin de la tierra conocida, iniciaron la costumbre, hoy convertida en rito, de bañarse en Langosteira (para la purificación del cuerpo), quemar la ropa en el cabo (para deshacerse, por medio del fuego, de todo lo material y perjudicial para emprender la nueva vida) y contemplar la puesta de sol (como símbolo de muerte y resurrección al día siguiente).
En la actualidad, son poc@s l@s que inician el Camino de vuelta a casa, sin cumplir si no con todos, porque la climatología no sea propicia, si al menos con el de haber quemado un poco del pasado.
L@s más puristas lo hacen calcinando hasta la última prenda utilizada en su periplo, otr@s se conforman con ver consumirse alguna prenda con la que iniciaron el Camino, algun@s intentan convertir en cenizas el calzado, mientras las memorias de otr@s también son pasto de las llamas.
En la actualidad, son poc@s l@s que inician el Camino de vuelta a casa, sin cumplir si no con todos, porque la climatología no sea propicia, si al menos con el de haber quemado un poco del pasado.
L@s más puristas lo hacen calcinando hasta la última prenda utilizada en su periplo, otr@s se conforman con ver consumirse alguna prenda con la que iniciaron el Camino, algun@s intentan convertir en cenizas el calzado, mientras las memorias de otr@s también son pasto de las llamas.
Debido a lo arraigado de éste rito y a los cientos de Peregrin@s que alcanzan Finisterre, hace unos años, se prohibió hacer fuego y abandonar objetos en todo el espacio natural del cabo, a raíz de lo cual se construyó "el quemadero".
Un lugar para poder incinerar cualquier objeto, sin el peligro que generaban las numerosas hogueras que en otros tiempos proliferaban en la zona.
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