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14 feb 2019

"Oviedo"

Lugar: Oviedo
Situación: Parroquia y municipio de Oviedo 
Localización: Lat. 43º 21’ 44,86’’ N - Long. 5º 50’ 38.02’’ W
Etapa en la que se encuentra: Pola de Siero o Mieres - Oviedo - Grado o Avilés
Dista: 18,7 Km desde Pola de Siero - 20,1 Km desde Mieres - 23,5 Km hasta Grado - 31,3 Km hasta Avilés
Altitud: 231 m
Camino: Primitivo, El Salvador, Norte y Costa
Provincia: Asturias


El hallazgo en el año 2008 de una fuente, que el carbono 14 fecha su origen entre los años 240 y 420, demuestra que en tiempos de los romanos Oviedo ya contaba con actividad humana. 
La fuente fue encontrada durante las obras de ampliación del Museo de Bellas Artes, en cuyo edificio quedó integrada.


Con éste descubrimiento conviene poner al menos en cuarentena, los estudios que hasta ese momento, atribuían su fundación a los frailes Maximo y Fromestano en el año 761.


Asentamiento que habría nacido sobre una colina llamada Ovetao u Oveto, en la que también se sitúa un cruce de calzadas, lugar al que Fruela I decide cambiar la sede de su corte desde Cangas de Onís y levantar el primer templo dedicado a San Salvador, en torno al que la ciudad fue creciendo hasta alcanzar su actual configuración.


Oviedo (Uvieu en asturiano) aparece documentada como Ovetdao, Ovetao, Oveto y también como Vetusta en la popular novela de Clarín, “La Regenta”. No existiendo unanimidad sobre el origen de su nombre, pues algunos autores buscan su raíz en la cultura celta, mientras otros creen que procede del latín Urbs Vetus (ciudad vieja) o de Albetum (blanquecino) o de Ovis-etum (lugar abundante en ovejas) también de Iovetano (lugar de veneración a Júpiter) o de Alvietum (lugar abundante en arroyos), no considerándose ninguna de ellas como definitiva.


Pero sin embargo sí existe acuerdo para el de su gentilicio, pues pese a ser “ovetense”, sus actuales pobladores se consideran “carbayones” en alusión al símbolo de la ciudad; un varias veces centenario roble (carbayu en asturiano) que crecía en plena calle Uría, hasta que en el año 1879 fuese talado.

Foto: Fundación Cardín

La Benemérita, Invicta, Heroica, Buena, Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Oviedo, principio y fin de Caminos ofrece al Peregrino numerosos lugares y monumentos de interés, además de innumerables sidrerías y una rica oferta gastronómica.


Aunque la mayor parte de los mismos se encuentran en el entorno de la Catedral de San Salvadordentro del semi–desaparecido recinto amurallado, ...


no debe perderse la ocasión de visitar los cercanos símbolos del prerrománico asturiano de San Julián de los Prados, ...




San Miguel de Lillo ...


y Santa María del Naranco.


Para describir los itinerarios del Principio y Fin de los Caminos por Oviedo, utilizaremos las narraciones de Las Peregrinaciones a Santiago de Compostela, comenzando por el: que desde la Manjoya descendía por la vieja calzada, al barrio llamado de San Lázaro desde el siglo XVI, en que se estableció en él la leprosería o malatería.


Más cerca de la ciudad hallábase el barrio o arrabal de San Cipriano, adonde los profesionales de la hostelería acudían a esperar a los Peregrinos, acosándoles como en las afueras de Compostela, con el ofrecimiento de posadas.


Desde San Cipriano, situado en el barrio luego llamado de la Puerta Nueva, por hallarse allí la que se edificó al extenderse hacia el sur, entraban en la actual calle de la Magdalena, donde se encuentran el edificio y capilla del hospital de aquella cofradía del siglo XVI, con la imagen en piedra de la Patrona dentro de una hornacina.




En el siglo XIII, la muralla no comenzaba hasta el arco que se abre en el centro de la fachada del Consistorio, donde existía una puerta de entrada en la ciudad a la que sustituyó la Puerta Nueva.


Por aquí se entraba a las calles de Cimadevilla y de la Rúa, denominación ésta última que es tal vez un vestigio de la Rúa Francisca, prolongada a la de San Juan en algunos documentos medievales. Al final de la Rúa, y en dirección perpendicular a mano derecha, se abría la de la Platería, que por el lado norte bordea la plaza de Alfonso II, abierta hace pocos años, y desde aquella entraban en seguida los Peregrinos en el templo de San Salvador.

Foto: Carlos de Posada

Este recorrido, frecuentado en época barroca, debió de serlo también en líneas generales en la Edad Media. Antes o después de venerar las reliquias en la Cámara Santa, los Peregrinos buscaban alojamiento en el hospital de San Juan, existente en la actual calle Schulz desde los días de Alfonso III el Magno, pues nada menos que el gran palacio del gran Monarca era el albergue destinado a pobres de Cristo por voluntad de su descendiente.


Y los que no querían o no podían albergarse allí, se esparcían por las calles en busca de hosterías que suponemos debían existir en buen número, teniendo en cuenta que entre ellas había una denominada “Rúa que dicen de los albergueres”.


Los que llegaban desde Pola de Siero la hacían después de atravesar el río Nora por el antiguo puente de Colloto, que aún permanece en pie con sus dos arcos de airosa traza.


Los cinco kilómetros que lo separan de Oviedo eran recorridos pasando por Santa Eulalia de Colloto, ermita del Espíritu Santo y Cerdeño.


Desde Cerdeño el camino ascendía hacia la colina de Oviedo, pasando cerca del monasterio de Santa María de la Vega, que en 1143 había fundado Doña Gotrodo, instituyendo por vez primera en España la observancia francesa de Fontevrolt.


El ideal de su fundadora realizóse durante siglos en aquel cenobio, hasta que, en los primeros años del pasado siglo, al rumor de las plegarias monjiles sustituyeron las detonaciones en el probadero de la Fábrica Nacional de Fusiles que el Estado estableció en el propio monasterio. 
La entrada a la ciudad se hacía, en la época barroca, por la puerta llamada de la Noceda, próxima al antiguo convento de benedictinas de San Pelayo, ...


desde donde los peregrinos iban por delante de San Vicente ...


a salir a la plaza del Obispo, para entrar en la Cámara Santa por la puerta que se abre en el crucero meridional de la Catedral (en la actualidad Puerta de la Perdonanza).


Oviedo se abandonaba ...


saliendo por la puerta llamada de Socastiello – y también de Santiago – que se abría en la muralla en el cruce de las calles de San Juan y Jovellanos, continuaban los Peregrinos hacia el barrio que hoy se llama de la Argañosa, pasando primero junto a Los Estancos, ante la puerta principal del monasterio de Santa Clara, ...



para salir por las actuales calles de Covadonga, Melquiades Álvarez e Independencia al acueducto los Pilares, obra del siglo XVI, en uno de cuyos arcos y a mano derecha alcanzamos a ver nosotros una hornacina con imagen de la Virgen, antes de su demolición.


Este trayecto se conocía ya en la primera mitad del siglo XV con el nombre de Camino de Santiago, lo mismo que la puerta de donde hemos visto que arrancaba. A la salida del barrio de la Argañosa, y un poco más allá, había un riachuelo que aún conserva el nombre expresivo de Lavapiés, sin duda debido a que allí acostumbraban a lavarlos los viandantes que desde occidente se dirigían a Oviedo.


Tanto los que se dirigían a la villa de Avilés, como los que procedían de su puerto conocido como el de San Salvador, lo hacían a través de la rúa Gascona en la que ya en 1114 se encontraba un "Robert iudice de ellos francos" y nombres de vecinos que revelan un origen francés.


Itinerario que pasa junto otro emblemático monumento local, la fuente de Foncalada.


El la actualidad los trazados, tanto de entrada como de salida de la Capital del Principado, no distan mucho de los descritos por Juan Uría en Las Peregrinaciones a Santiago, con algunas modificaciones fruto de la evolución y los cambios urbanísticos.


No obstante, nos vamos a permitir la libertad de apuntar algunas cosas imprescindibles que deben hacerse en Oviedo.
- Si se viene de Camino, obtener la Salvadorana.

 

- Igualmente si el paso coincide entre los días 14 y 21 de septiembre, se podrá ganar la Indulgencia Plenaria de la Perdonanza o Jubileo de la Santa Cruz.


- Comer un Carbayón de la cercana confitería Camilo de Blas.
- Tomarse, por lo menos, una botella de sidra.
- Comer un plato de la tierra, fabada, pote, arroz caldoso con marisco, un buen pescado o una carne de "culón" o "xata roxa", o un poco de exquisito "mariscu" del Cantábrico.


Oviedo dispone de albergue y de múltiples posibilidades de alojamiento alternativo, en la capital asturiana también se puede asistir, de lunes a sábado, a la Misa y Bendición del Peregrino.

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