27 abr 2018

"Carrión de los Condes"

Lugar: Carrión de los Condes 
Situación: Parroquia y municipio de Carrión de los Condes
Localización: Lat. 42º 20’ 13,74’’ N - Long. 4º 36’ 4,44’ W 
Etapa en la que se encuentra: Frómista - Carrión de los Condes - Terradillos de los Templarios
Dista: 19,6 Kmts. desde Frómista - 26,6 Kmts. hasta Terradillos de los Templarios
Altitud: 830 mts.
Camino: Francés
Provincia: Palencia (Castilla y León)


Aunque no pueda determinarse con exactitud su origen, los restos arqueológicos hallados demuestran que el lugar que hoy ocupa Carrión ya estuvo poblada en tiempos anteriores a los romanos, correspondiéndose la parte alta de la población con la ciudad de Lacóbriga, posteriormente será romanizada para ser una importante parada de la vía Aquitania que unía Burdeos con Astorga.


Si bien en el siglo XI se la conoce como Santa María, se cree que más tarde toma el nombre del río junto al que se fundó para adoptar en torno al año 1522 el sobrenombre “de los Condes”, de cuya procedencia existen distintas versiones; unas dicen que proviene de los condes Gómez Díaz promotores del convento de San Zoilo, otros que de la afrenta sufrida por las hijas del Cid por parte de los infantes de Carrión, mientras otras creen que se debe a una hermandad con sede en la “ciudad”. 


Fue una de la ciudades más importantes de la ruta Jacobea en la Edad Media, como ya dejó patente Aymeric Picaud en su Codex Calixtinus; “villa próspera y excelente, abundante en pan, vino, carne y todo tipo de productos”. Pues fue; plaza fuerte, rio fronterizo entre Castilla y León, sede de uno de los primeros condados leoneses, importante centro comercial político y monástico, además de cuna de nombres ilustres.


Del esplendor vivido en otros tiempos todavía conserva la ciudad de los Condes abundantes muestras, comenzando por la ermita de Nuestra Señora de la Piedad que desde antaño recibía al Peregrino antes de entrar en el recinto amurallado de Carrión. La capilla apenas conserva de su fábrica original la cabecera con un ventanal gótico, ya que el resto del edificio construido en ladrillo es producto de una reforma realizada en el año 1625. En la pared ciega de la parte posterior del templo se puede ver un gran mural, que representa el Pantocrátor del friso de la iglesia de Santiago conocido como el “Pantocrátor de los Peregrinos”, obra realizada con piedras, azulejos, vidrios y otros materiales. 


Al final de la avenida de los Peregrinos, serán los restos de la muralla medieval y la iglesia de Santa María del Camino o de la Victoria los merecedores de atención. 


Aunque su origen se remonta a principios del siglo XII la imagen actual es producto de reformas realizadas en el siglo XVI. El acceso por el muro sur se hace a través de una hermosa puerta compuesta por cinco arquivoltas, de las que sobresale la segunda por estar decorada con figuras esculpidas que representan músicos y otros personajes, aparentando recibir al Peregrino que pasa bajo ellos, elementos nada habituales en el románico castellano igual que la presencia de dos cabezas de toro en la inferior y el trabajado friso escultórico sobre la portada, con imágenes de la adoración de los Reyes Magos.


Las escenas con las que se esculpieron los capiteles, se interpretan como una representación del milagro de las cien doncellas, tributo que los cristianos debían entregar a los moros y según cuenta la leyenda, cuando éstos se disponían a recogerlas fueron atacados por una manada de grandes toros, huyendo sin poder hacerse cargo del tributo. La portada se completa con dos grandes figuras, una a cada lado de la puerta y bastante deterioradas, en las que pueden verse a sendos jinetes cabalgando uno un monstruo y el otro un caballo. 


El edificio fue concebido con planta de tres naves divididas en cuatro tramos, rematadas por ábsides cilíndricos, siendo sustituido el central por una cabecera cuadrada. 


Las naves laterales conservan la bóveda de medio cañón original, no así la central que se desplomó y fue reconstruida en el siglo XVI elevándola hasta nivelarla con la parte alta de la espadaña, bajo la que se abre la portada oeste de estilo mas sencillo que la sur, con tres arquivoltas de borde liso Adornadas con cenefa ajedrezada, sobre columnas con capiteles historiados. 


Su interior guarda la imagen románica en piedra del siglo XIII de la Virgen del Camino o de la Victoria, un Cristo gótico del siglo XV, ...


... un cuadro con escenas del Milagro de las Doncellas, junto a retablos y demás enseres de carácter religioso y otras interesantes imágenes, entre las que se encuentra una del Apóstol Santiago. 


Pero la obra más conocida de Carrión se encuentra al paso por la plaza mayor, allí se levanta la espléndida fachada oeste de la antigua iglesia de Santiago, de la que se conserva la portada y el friso, consideradas una de las obras cumbre de la escultura románica peninsular. 


La portada tiene tres arquivoltas, de las que sobresale la central por su extraordinaria decoración, en ella se representan veintidós figuras de artesanos desempeñando diferentes oficios medievales, custodiados por dos leones en los extremos, entre los que se pueden distinguir: un forjado de espadas, un sastre, un alfarero, un cocinero, un herrero, un escribano, un monje copista, un arpista, un zapatero y un sastre entre otros.


En los historiados capiteles se representan escenas de muerte, resurrección y demonios. 


Sin embargo el elemento más característico del edificio, es su sobresalientes friso en el que la perfección de las formas del Pantocrátor (Cristo Majestad), su túnica y el apostolado bajo arcos trilobulados y columnillas le dio fama universal, pese a las visibles mutilaciones que sufrió el conjunto.


El templo que originalmente constó de tres naves rematadas por ábsides cilíndricos, en la actualidad consta de un espacio único cubierto por una moderna estructura metálica que desde el año 1993 se utiliza como museo. 


También merecen mención el Monasterio de Santa Clara fundado en el año 1231, aunque su imagen actual corresponde a reformas realizadas en el siglo XVII y el que se venera una imagen del siglo XVII que representa al niño Jesús con dolor de muelas, ...


... la Iglesia de San Andrés del siglo XVI, ...


... la barroca de San Julián y el Santuario de Nuestra Señora de Belén con abundantes elementos del siglo XV y donde los carrioneses veneran a Santa Lucía. 


El Peregrino abandonará Carrión salvando las aguas del río del que tomó su nombre, sobre el Puente Mayor y pasando ante el monasterio de San Zoilo, en otro tiempo afamado lugar de acogida Jacobea. Si bien no está claro el año de su fundación, se cree anterior al año 948, siendo donado a la orden de Cluny por la condesa Teresa Sancha en el año 1076, adquiriendo gran relevancia tanto a nivel religioso como político. 


Sin embargo, a partir del siglo XIV irá perdiendo importancia hasta que en el XVI, de mano de la orden de San Benito inicia una nueva etapa de esplendor, en la que se afronta la construcción del claustro renacentista entre otras obras. Tras la Desamortización pasó por distintas manos y fases, hasta que en el año 1993 se inician las obras de restauración que lo convertirán en el actual establecimiento hotelero de lujo. 


La actual iglesia barroca, ante cuya portada desfilan los Peregrinos un día tras otro, data del siglo XVII, si bien la original era románica de finales del siglo XI de la que aún se aprecian algunos muros, además de la pequeña torre campanario de la esquina oeste.

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