Con la plenitud del menguante de octubre y toda la manzana necesaria en el llagar, da comienzo el proceso tradicional, intra muros, para la elaboración de la sidra natural en nuestra tierra.
A primer hora de la mañana, con la ayuda de amigos, vecinos y familiares, los primeros sacos de manzana se vacían en cestos, para echarlos en la tolva de la “mayadora” (máquina de mayar) desde la que irán cayendo, ya machacadas y convertidas en “magalla”, en el “maseru”.
De la tolva de la "mayadora" al "maseru" y con pala de madera al "caxón" |
El proceso más antiguo de mayado era a mano, con la única ayuda del “mayu” y la fuerza de los brazos, para golpear la manzana hasta machacarla dentro del “maseru”, pero desde la aparición de las máquinas, este ancestral método, únicamente se utiliza en algunas celebraciones, como en la ceremonia de ofrecimiento de la primera sidra del año, a la Virgen del Portal de Villaviciosa.
Desde el “maseru”, ya convertida en magaya, se traslada con una pala de madera al “caxón” (caja) del llagar, este proceso se repite hasta que el “caxón” se considera lleno, a esto se le conoce como “una llagarada”.
Durante este proceso, se debe repartir por igual la manzana dentro del “caxón”, para lo que es necesario que una persona, calzada con botas de goma o con “madreñes” impolutas y sin el mínimo elemento metálico, permanezca dentro del mismo repartiendo la “magalla”.
El instante mágico de todo proceso, se produce cuando la primer sidra del año, comienza a brotar por el agujero de la “masera” (base sobre la que se levanta el lagar) y cae en el “tinu” ya tenemos la “sidra del duernu”, que es como se conoce a esta sidra dulce, recién "mayada".
¡¡¡Preciosa la publicación!!! me encantó, ¡¡¡menudo llagar!!!...Saludos, Sonia Pandora
ResponderEliminarMuchas gracias, seguiremos colgando alguna cosa más de la sidra y los llagares
ResponderEliminarUn saludo