30 may 2017

"Ribadesella - Poo de Llanes" 3ª etapa del Camino Lebaniego


Pese al tormentón que nos mantuvo remoloneando en la cama hasta bien entrada la mañana, contra todo pronóstico el pasado domingo Ana y yo "casi" cumplimos con el programa previsto, realizando la 3ª etapa de nuestro particular Camino Lebaniego cubriendo el trayecto que separa Ribadesella de Llanes. 


El "casi" se debe a que finalizamos la jornada en Poo, a las puertas de la villa llanisca, debido al anuncio de un aguacero con un par de sonoros truenos y ya que habíamos librado durante la jornada, no era cosa de arriesgarse a una mojadura en los poco más de 2 kilómetros que nos faltaban para llegar al centro de Llanes. 


La verdad es que pese a comenzar a caminar muy tarde, salimos de Ribadesella casi a las 12,30 de la mañana, la jornada nos salió francamente bien pues en contra de todas las previsiones logramos pasar el día sin abrir el paraguas. 


La etapa, tras la cuesta de la estación y un corto tramo de asfalto en torno al campo de fútbol y las casas de La Espina, discurre por una cómoda sucesión de caminos - pista por la rasa costera, ...


... con alguna incursión de la vías de FEVE, hasta alcanzar Toriello. 


De Toriello un corto tramo de asfalto, para nada más llegar a las primeras casas de Cuerres, abandonarlo por la izquierda para salvar de nuevo la vía y atravesar el barrio de La Cereceda, lugar en el que se encuentran dos magníficos albergues. 


Dejado atrás Cereceda se alcanza el pequeño puente sobre el Guadamía, donde se inicia la andadura por el concejo llanisco, ...


... continuando con el ascenso a las casas de El Collau y a la iglesia de San Pedro de Pria, sitio perfecto para una parada y reponer fuerzas. 


Ahora toca descender hasta la carretera que nos lleva a Piñeres, ...


... donde se cambia nuevamente el asfalto por el camino sobre el que, paralelos a la vía, se alcanza Nueva. 


Atravesado Nueva, el trazado discurre un buen trecho junto a los muros del palacio de los Condes de la Vega del Sella para llegar a Puente Buergu, desde donde se continúa sobre una amplia pista por la que se va dejando atrás Buergu, La Venta y ...


... una pequeña capilla Ánimas, varias veces salvajemente dañada, para llegar a la ermita de San Antonio de Villahormes. 


Desde San Antonio a San Antolín de Naves y desde aquí ...


... al paseo de la playa, ...


... para después de pasar frente al abandonado Monasterio, ...


... afrontar el repecho de San Antolín hasta salir al andadero de la carretera de Niembro. 


Después de un trecho de andadero, de otro de camino, atravesar la carretera y otro más de camino, alcanzamos la capilla del Santín y el molino, ...


... junto a la fotogénica ensenada de Niembru, del Bao o de Barro. 


Un par de fotos, una manzana, un trago de agua y otro "tironín", ahora entre las casas de Barro para ir dejando a un lado las playas de La Tayada, Borizu, La Palombina y también la de los Frailes, ...


... pues pese a que el trazado la atraviesa, nos decidimos a seguir por la carretera ya que la marea está alcanzando la pleamar. 


Atravesado Celorio, continuamos por la cómoda Senda Costera hasta alcanzar las primeras casas de Poo, donde los ya mencionados truenos nos invitan a dar por finalizada la jornada sin mojarnos, para algo tiene que servir la "edad". 


En resumen magnífico día, pese a los malos augurios mañaneros, para recorrer los algo más de 27 km. que separan Ribadesella de Poo de Llanes, en los que la niebla no nos dejó disfrutar ni de la Sierra del Cuera, ni del Cornión, pero si de una especialmente verde y preciosa etapa en compañía del Cantábrico y de multitud de Peregrin@s Camino de Compostela.


El próximo domingo, si Dios quiere, intentaremos llegar a Unquera.

26 may 2017

"Burgos"

Lugar: Burgos
Situación: Municipio y parroquia de Burgos
Localización: Lat. 42º 20’ 25.00’’ N - Long. 3º 42’ 15.26’ W
Etapa en la que se encuentra: San Juan de Ortega - Burgos - Hontanas
Dista: 26,3 Kmts. desde San Juan de Ortega - 30,6 Kmts. hasta Hontanas
Altitud: 860 mts.
Camino: Francés
Provincia: Burgos (Castilla y León)


Desde que se coronan los altos de la sierra de Atapuerca, las agujas de la Catedral burgalesa ya ejercen una atracción muy especial hacia l@s Peregrin@s, además de marcar el final de la jornada.


La ciudad de burgos pese a nacer, como tal, en el siglo IX con fines puramente defensivos, experimenta un rápido desarrollo tras la creación del reino de Castilla en el año 1035, llegando a convertirse durante toda la Edad Media en cabeza de Castilla.


Será a partir del siglo XI, cuando la incipiente Burgos inicie su desarrollo descendiendo por las laderas del castillo hasta alcanzar las riveras de los ríos Arlanzón y Vena, extendiéndose y agrupándose en barrios en torno a diferentes iglesias. De aquellos tiempos apenas quedan los restos de los torreones del castillo y algunos lienzos de la muralla, junto a cuatro de las doce puertas que daban acceso a la vieja ciudad.


De los numerosos atractivos que ofrece Burgos, solo haremos referencia a alguno de los edificios más populares y con mayor vinculación al Camino Francés, en el orden que l@s Peregrin@s se los pueden ir encontrando en su tránsito por la capital burgalesa.
La iglesia de San Lesmes tiene su origen en la capilla del Hospital de San Juan, uno de los hospitales que en el siglo XI asistía a los Peregrinos extramuros, siendo a partir del año 1091, al hacerse cargo del mismo el monje benedictino francés Adelelmo (San Lesmes), cuando comienza a adquirir gran relevancia.


En el año 1367 se derriba la capilla para construir un nuevo templo, que con algunas reformas, especialmente las realizadas a finales del siglo XV con la inclusión de la puerta gótica, le otorga su actual imagen. Su interior guarda el sepulcro de San Lesmes Abad, patrón de Burgos, y el retablo de la Santa Cruz.


Al otro lado de la plaza, frente a la iglesia de San Lesmes, se puede ver una portada gótica, único resto del antiguo Hospital de San Juan.


Arco o puerta de San Juan, sencillo arco de medio punto original del siglo XIII abierto en la muralla este, lugar por el que tradicionalmente entraban los Peregrinos al recinto amurallado después de atravesar el puente, del mismo nombre, que une la plaza con la puerta.


Su actual aspecto es producto de las profundas reformas sufridas en los siglos XVI, XIX y XX.

Foto: Luis López Araico (Diario de Burgos)

La Casa del Cordón, en realidad es el Palacio de los Condestables de Castilla, construido en el siglo XV, conocido con este sobrenombre por el gran cordón franciscano que rodea la puerta principal.


Además del cordón, también llaman la atención las dos torres cresteadas que lo flanquean y en el interior el patio porticado de tres alturas y una gran escalera neogótica.
Plaza Mayor, amplio recinto porticado a la sombra de las torres de la Catedral, también conocido como antigua plaza del mercado, ...


... entre los edificios que la rodean destaca el neoclásico del Ayuntamiento, antaño conocido como la Puerta de Carretas que comunica la Plaza con el paseo del espolón.
Arco o puerta de Santa María, es la más hermosa y emblemática de las doce que existieron, en este caso salvando las aguas del Arlanzón sobre el también puente de Santa María, siendo actualmente utilizado por números Peregrinos que siguen la margen izquierda del Arlanzón hasta aquí, para alcanzar la Plaza del Rey por esta puerta. Aunque su origen se debe buscar en el siglo XIV, su actual imagen es fruto de las obras realizadas a mediados del siglo XVI en honor a Carlos V.


La puerta fue construida como si se tratase de un castillo, en la que dos potentes torreones cilíndricos enmarcan un gran arco de medio punto, sobre el que se despliega un monumental retablo pétreo de dos pisos en el que se representan importantes personajes históricos de la Ciudad, entre los que se pueden ver la del emperador Carlos V, rodeado por Fernán González y el Cid Campeador, sobre los que se encuentra la del Ángel de la Guarda.


Todo el conjunto esta coronado por una hornacina que alberga una imagen de la Virgen María, dando nombre a la puerta.
La Catedral de Santa María no solo es la obra más emblemática de la capital burgalesa, si no que también es una de las más relevantes de todo el recorrido jacobeo, llegándose a decir de ella que; “Aunque se mirara dos años seguidos no se vería todo”. Motivo por el que solo haremos una pequeñísima introducción a la misma y una matización; sería imperdonable pasar por Burgos y no visitar ésta joya del gótico español y universal.


La primera piedra de la Catedral, en sustitución a una anterior iglesia románica, se coloca en el año 1221 prolongándose su construcción hasta el año 1765, motivo por el que se perciben en el conjunto diferentes fases y "firmas" constructivas, que van desde el gótico clásico del siglo XIII al más sofisticado gótico flamígero del XVIII. Levantada a media ladera entre el castillo y el curso del Arlanzón, con el “encaje de piedra” de sus afiladas torres de 84 metros de altura, domina la vieja ciudad.


De las cuatro puertas que dispone el templo es la de la fachada oeste, conocida como Puerta Real, la menos llamativa desde el punto de vista estético debido a una reforma realizada en el año 1790.


La atención de esta fachada se concentra en la Galería de los Reyes, situada sobre la ojiva del rosetón, en la que se representan ocho reyes coronados de gran calidad escultórica. 
Mucho más llamativa es la de la Coronería o de los Apóstoles que se abre en el muro norte, siendo por la que antaño accedían los peregrinos para bajar por la famosa Escalera Dorada al interior de Catedral.


En el tímpano, en el dintel que se encuentra bajo el mismo y en las arquivoltas, se representan escenas del juicio final, mientras en las jambas se halla el Colegio Apostólico. 
Siguiendo circunvalando la catedral, al descender la escalera que comunica la calle Fernán González con la Llana de Afuera, frente a nosotros y detrás de una gran reja, se encuentra la conocida como de la Pellejería por encontrarse cerca de las casas que ocupaban los pellejeros.


La puerta sigue el esquema de un retablo plateresco con tres cuerpos, en los que se representan los Evangelistas, los Apóstoles, escenas de martirios y el Obispo Fonseca postrado ante la Virgen. 
Dejamos para el final, por ser el lugar de acceso actual, la de La Sarmental. Abierta en el muro sur del transepto, se alcanza tras ascender las escaleras que nacen en la plaza del Rey San Fernando.


Con su Cristo en Majestad, los doce apóstoles, la efigie de un Obispo, sus trabajadas arquivoltas y resto de elementos escultóricos, es considerada la primera manifestación genuinamente gótica de España.
Si el exterior de la Catedral es espectacular, su interior es asombroso, ...


... pues las tres naves de seis tramos que remata un ábside poligonal y cubren magníficas bóvedas de crucería estrellada, ...


... albergan innumerables rincones, puertas, ...


... capillas, retablos, mausoleos, esculturas, cúpulas, linternas, ...


... la tumba y cosas del Cid, ...


... escaleras y su singular “papamoscas”, ...


... que la mejor manera de disfrutarlas es con una audioguía y “sin ningún tipo de prisa”.


Tampoco se debe olvidar la visita al magnífico Claustro de dos plantas, que cubren bóvedas ojivales de crucería, con grandes ventanales de arco apuntado y abundante ornamentación.


Además, el claustro contiene un gran número de monumentos funerarios y el magnífico Museo Catedralicio.


Iglesia de San Nicolás, al coronar la escalinata que asciende desde la plaza de Santa María hasta la calle Fernán González, se encuentra desde el siglo XII la iglesia de San Nicolás, aunque el edificio actual se construyó en 1408 sobre un templo anterior.


Consta de tres naves con pilares baquetonados y bóvedas de crucería. Llama la atención su retablo pétreo en el que se pueden ver 150 figuras que representan escenas bíblicas, ...


... el relieve en el que se representa la Anunciación de la Virgen, situado en la parte baja izquierda, es iluminado por un rayo de sol que en el equinoccio de otoño, entra por un óculo que se encuentra bajo la espadaña. 
Arco o puerta de San Martín, si l@s Peregrin@s entraban al recinto amurallado burgalés por la puerta de San Juan lo abandonaban por la de San Martín, nombre que tomó de la desaparecida cercana iglesia parroquial. Motivo que también le otorga el sobrenombre de Puerta Judadera por la cercanía del barrio Judío.


Esta puerta fue utilizada por los reyes y personajes importantes en sus visitas solemnes a la ciudad hasta el siglo XVI, a partir del cual ese honor pasó a tenerlo la Puerta de Santa María. La puerta fue construida entre los siglos XIII y XIV, quedando patente su estilo mudéjar en el arco de herradura de ladrillo, al que flanquean dos torreones.


Su imagen actual es producto de las obras de restauración realizadas en el siglo XX. Junto a la puerta se conserva uno de los tramos más importantes y en mejor estado de la vieja muralla.
La Ermita de San Amaro Peregrino se encuentra al final del parque del Parral, junto al Hospital del Rey.


De estilo barroco fue construida en el año 1614 bajo la advocación del penitente francés Amaro, que una vez realizada la peregrinación a Santiago en el siglo XIII, durante su regreso a casa decidió establecerse definitivamente en Burgos para dedicarse al cuidado de los Peregrinos, enfermos y pobres que llegaban al Hospital del Rey.


El Hospital del Rey fue fundado en 1195 por Alfonso VIII y llegó a contar con 80 camas a finales del siglo XV, las edificaciones primitivas fueron sustituidas sucesivamente hasta la actual transformación en ciudad universitaria, en cuyos edificios se conservan algunos restos del viejo hospital.