"Sombras de incertidumbre sobre Valdediós"

Nos gustaría que esta noticia fuese consecuencia del santoral y se quedase en una simple inocentada, pero desgraciadamente, parece ser que tiene demasiadas posibilidades de convertirse en realidad.

Hace días que la prensa regional publicó una noticia ciertamente preocupante, al menos para diversas asociaciones vinculadas de una u otra manera a Valdedios, para los peregrin@s del Camino del Norte y para los miembros de este blog.

“Los hermanos de la orden de San Juan, que actualmente ocupan el monasterio maliayés de Valdediós, buscan un emplazamiento más cerca de la ciudad, ya que así lo requiere el «querer vivir más el carisma apostólico», explica su superior, Tarsicio Lemarie. Por lo que están buscando una comunidad para realizar un intercambio y dejar el cenobio maliayés.”. La comunidad candidata según el Arzobispado de Oviedo era el de monjas trapenses del monasterio de Nuestra Señora de la Paz, en La Palma de Cartagena (Murcia). Pero …“las religiosas declinaron este ofrecimiento, a pesar de llevar tiempo buscando un nuevo emplazamiento porque los ruidos exteriores, del actual, dificultan una vida de silencio y recogimiento. Alegaron que el conjunto de Valdediós es demasiado grande para ellas, al ser sólo doce hermanas y de edad avanzada”.

Tal parece que este pacífico y entrañable Valle de Dios, está reñido con la estabilidad de las comunidades monásticas. La comunidad de San Juan se instaló en Valdedios en febrero de 2009, como consecuencia de un polémico y “caprichoso” enfrentamiento del entonces arzobispo de Oviedo Carlos Osoro con Jorge Gibert, prior de la comunidad Cisterciense moradora y recuperadora de la actividad en el convento, desde el verano del año 2009.

Sería injusto no reconocer el importante nivel de restauración logrados en el conjunto del convento, conseguido durante el periodo de ocupación cisterciense, pues a su llegada el edificio se encontraba sumido en el más profundo abandono, como en la actualidad ocurre con San Antolín de Bedón, Obona, San Salvador de Cornellana o Bárcena, confiemos en que en esta ocasión el sentido común prime sobre lo caprichos y los rumores de cambio, no se transformen en otros de abandono, que son los que realmente nos preocupan.

Con el prior Jorge Gibert el 8 de noviembre de 1992