7 jun 2020

“Deuda, casi, saldada”


Entre el pasado jueves y viernes logré cumplir mi otro compromiso pos confinamiento, por lo que mis deudas peregrinales personales están “casi” saldadas. En este caso seguí el trazado del Camino del Norte que une Villaviciosa y Oviedo, con una pequeña variante. Pues a partir de la bifurcación de Casquita, continué en dirección a Gijón hasta superar algo más de 500 m, el molino y puente del Mayorazu.


Punto en el que se encuentra una bifurcación, que por la derecha lleva al caserío de Xiana en dirección a Gijón y el camino de la izquierda, por el que continué, que conduce al cruce de Conceyeru. 


Desde el que, por la izquierda, alcancé el comienzo de la carreterilla de La Ribera, sobre la que llegué hasta Valdediós, donde el recinto monumental continúa cerrado a causa de la pandemia. 


Desde el Monasterio de Santa María, cuyo aspecto anuncia un nuevo abandono, ya seguí la traza Jacobea por Vallinaoscura y rampa de ascenso a La Campa, para una vez superada, dejar atrás el concejo Maliayo y continuar la andadura por el de Sariego. 


El descenso a la amplia vega saregana, pasa por Figares y La Carcabada hasta llegar a Vega, capital del concejo y lugar en el que se encuentra el albergue municipal, de momento también cerrado, y desde donde me acompañó permanentemente la lluvia hasta La Pola. 


Desde Vega, el trazado discurre por sucesivos barrios sareganos hasta el cruce de El Castru, punto en el que inicia su discurrir, dando un amplio rodeo, por una sucesión de pistas, caminos y senderos, incluyendo un corto tramo de AS-331, hasta la capilla de Nuestra Señora de La Bienvenida, ...


para después de otro trecho de similares características y superar el río y puente de La Recuna, alcanzar las primeras casas e instalaciones deportivas de la capital polesa. 


El viernes con una magnifica climatología, recorrí los cerca de 19 k que distan entre el lugar en el que había dado por terminada la jornada anterior, en Pola de Siero, y la Catedral de San Salvador siguiendo en esta jornada el trazado Jacobeo sin variantes. Que una vez abandona las calles de La Pola, discurre por distintos barrios hasta alcanzar El Berrón.


Para una vez atravesado continué en dirección a Fonciello, Meres y Granda, dejando atrás el municipio sierense después de atravesar el puente romano y las vías de FEVE en Colloto. Barrio ovetense, que me ofrece la primera visión de la Sancta Ovetensis, ...


de la que apenas me separan 4 k, que discurren por los polígonos del Espíritu Santo y Cerdeño, continuando por los barrios de la Tenderina Baja y Alta, hasta llegar al Campu los Patos y afrontar La Cuesta la Vega, desviándome por la calle de San Vicente ...


hasta la Corrada del Obispo y el tránsito de Santa Bárbara, donde me encuentro la puerta de La Perdonanza cerrada, señal inequívoca de que las demás también se encontrarán en la misma situación.


Razón por la cual, mi deuda con El Salvador no está totalmente saldada, teniendo que esperar a que la Catedral se abra a las visitas para poder completarla.


En resumen: dos días para disfrutar de un par de etapas de un Camino en cuarentena, que saben a muy poco, pero menos da el coronavirus.


P.D. Las fotos están todas hechas con el teléfono, por lo que pido disculpas, pero me estoy haciendo un poco gandul a la hora de cargar con la cámara.

2 comentarios:

  1. Guapo...además con el buen tiempo que hizo..la guinda del pastel

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    1. Muy guapo, además ya sabes lo que decín los nuestros mayores, les promeses son pa cumpliles. Y les buenes costumbres no se deberín de perder, así que primero a La Santina y después al Jefe, pa que no se enfade.
      Un abrazu Javi.

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