No es que Obi-Wan Kenobi haya cambiado repentinamente su universal frase, no, es que tal parece que es el deseo de este “julio” para los Caminos del Norte.
Pues si ya el pasado día 15 la “borrina” nos acompañó en Hospitales, y a Os To y sus compañeros de Primitivo les siguió hasta Santiago, lo mismo hizo con Ana y conmigo durante nuestra escapada a Fisterra de la semana pasada.
Pequeño viaje que tenía como objetivo cambiar un poco de aires, y durante el que tampoco perdimos la ocasión de poder pisar El Camino.
Pues aunque de manera breve, aprovechamos un par de mañanas para recorrer el tramo que separa Fisterra de Muxía, ...
dejando las tardes para hacer un poco de turisteo por la Costa da Morte.
Días en los que, a causa de la niebla, no logramos ver ni una solo puesta de sol ...
y en los que durante el tiempo que estuvimos caminando, los paisajes permanecieron envueltos por su velo, ...
pudiendo gozar de algún que otro claro, tan solo durante las excursiones vespertinas.
Así que, igual que no pude atravesar el río Castro en Lires por el antiguo paso, ...
tendremos que esperar a mejor ocasión para repetirlo y poder disfrutar de algo más que de los bonitos tramos de camino, sin decorado de fondo, por los que anduvimos en estos días.
Pero claro, para rematar, de regreso había que hacerle una visita al Apóstol …
donde no solo nos esperaba la bruma climatológica, también nos recibió con los preparativos de la fiesta de Santiago ...
y una espesa capa humana que ocupaba los aforos de la Misa, de la visita al interior de la Catedral y de la Quintana do Mortos junto a calles aledañas para acceder a través de la Puerta Santa.
Por lo que, después de varios intentos, nos tuvimos que conformar con un paseo por el entorno, la foto con "las Marías" ...
y dejar Santiago sin poder entrar en la Catedral, así que la visita queda pendiente para esos tiempos mejores, que tanto deseamos, y que nos permitan afrontar nuestro próximo Primitivo con un poco de tranquilidad pandémica.
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