Desde el martes la cosa se complica y las previsiones se cumplen ¡el tiempo empeora! y amanece “emborrinao y orbayando”, la tarde mejora ligeramente y sale la procesión del silencio.
En busca de un plan alternativo a la "borrina" y con la disculpa de que el “Feligrino” y su dueña cogen unos días de vacaciones, se nos ocurre acercarnos a buscarlos y de paso … ver el partido de Champios entre el Apoel y el R. Madrid, una alternativa perfecta para el miércoles y la mañana del jueves.
Una pequeña tregua vespertina nos permite dar un paseo y comprobar que las obras, emprendidas por el Ayuntamiento de la Villa, para acondicionar las zonas encharcadas del Camino, únicamente están finalizadas entre La Vega y Sebrayu, estando paradas las del tramo entre Tornón y Carda.
La procesión también se suspende por culpa de la lluvia, como ocurrió con la del miércoles.
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| En abril aguas mil |
Conseguimos ver la procesión del martes y la verdad es que impresiona con las antorchas y las velas, en total oscuridad.
ResponderEliminarTambién fuimos el jueves, y vimos los pocos minutos que se pudo hasta que empezó a llover. Y ya el viernes, una pena que directamente se suspendió.
Habrá que volver el año que viene, ojalá que con más suerte. Eso sí, los pasos son bastante buenos.
Siempre tendrás una disculpa perfecta, para venir el próximo año y ... si es antes mejor todavía.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha salud.
Siempre que se puede se vuelve a Asturias, exactamente a Villaviciosa. Aun así, tengo la excusa perfecta para volver por allí, ya que con la lluvia no se disfrutó ni de estas procesiones ni de otros lugares que queríamos visitar (en plenitud, es decir, andando en lugar de tanto coche).
ResponderEliminarSaludos.