Lugar: Bufón de Santiuste
Situación: Parroquia de Pendueles, municipio de Llanes
Localización: Lat. 43º 23’ 51.43’’ N - Long. 4º 35’ 14.33’’ W
Etapa en la que se encuentra: Bustio - Llanes
Dista: 5,6 Kmts. desde Colombres - 15,7 Kmts. hasta Llanes
Altitud: 39 mts.
Camino: Norte
Provincia: Asturias
El bufón de Santiuste es el mayor de los bufones de la costa oriental asturiana. Puede expulsar un chorro de agua de hasta cuarenta metros de altura, enmarcado en un tramo costero de gran belleza y reconocida calidad ambiental, constituye una singularidad geomorfológica y paisajística que es preciso preservar de toda degradación.
Los bufones son grietas y chimeneas abiertas en la costa, conectadas con simas marinas por las que el agua del mar penetra a presión, formando surtidores de agua pulverizada visibles desde el exterior. La formación de los bufones se basa en la disgregación de la roca caliza por efecto de la acción de su disolución en contacto con el agua de lluvia. El agua de lluvia penetra por pequeñas fracturas o zonas de mayor debilidad hasta el nivel del mar.
La acción erosiva del mar favorece el agrandamiento de las pequeñas cavidades originales, provocando con el paso del tiempo que se forme una cueva en comunicación con el conducto vertical. Con la llegada de las olas, el aire o el agua que existe en la cueva se comprime y sale a gran presión al exterior.
Si la mar está en calma, los respiraderos de las cavidades subterráneas se limitan a expulsar el aire, comprimido en las galerías por los golpes del oleaje.
Sin embargo, en los días de fuerte marejada, los bufones se transforman en un espectáculo que produce admiración y temor.
Entonces, el agua y el aire, apretados en aquellas angosturas subterráneas, escapan juntos por los resquicios de la adelgazada bóveda. La tierra se abre escupiendo al cielo trozos de mar con ensordecedor ruido y un ligero orbayu de sal riega los campos.
Entonces, el agua y el aire, apretados en aquellas angosturas subterráneas, escapan juntos por los resquicios de la adelgazada bóveda. La tierra se abre escupiendo al cielo trozos de mar con ensordecedor ruido y un ligero orbayu de sal riega los campos.
Los quejidos del Bramadoriu, como se denominan localmente, se dejan oír a muchos kilómetros y el suelo, desgastado ya por milenios de oleaje, amenaza con romperse definitivamente. En los días de temporal los bufones son extremadamente peligrosos, debiendo contemplarse desde la distancia para evitar accidentes.
El bufón de Santiuste fue declarado monumento natural en el año 2001.
El texto de esta reseña, procede del documento: Monumento Natural Bufones de Santiuste, de la Red Ambiental de Asturias, perteneciente al Gobierno del Principado de Asturias.
Muy bien explicado e ilustrado, desconocía con tanto detalle como se llega a formar un Bufón, tuve ocasión de visitarlos en 2 ocasiones pero ambas con el mar en calma, nada que ver con estas fotos
ResponderEliminarFelicidades
Hola Fernando.
EliminarEs una pena que no pudieses verlos activos, pues es un espectáculo inolvidable. Seguro que a la tercera es la vencida.
Un saludo y muchas gracias.