Tal y como teníamos previsto el pasado miércoles día 14, a eso de las 11,30 de una “borrinosa” mañana de miércoles, Ana y yo retomábamos ese Camino Lebaniego que tras varios domingos sueltos, habíamos interrumpido el 4 de junio.
Los primeros 3 km. discurren por una sucesión de caminos sobre los que se van dejando atrás algunos barrios de Pesués hasta alcanzar la CA-181 y el puente sobre el que salvamos las aguas de la ría de Tina Menor, creada por el río Nansa al desembocar en el Cantábrico y que a partir de este punto pasará a ser nuestro compañero de camino durante la mayor parte de lo que resta de jornada.
El tramo siguiente hasta alcanzar la iglesia de Muñorodero, punto en el que encontramos la primera señal del Camino Lebaniego, discurre casi íntegramente sobre el arcén de la CA-181.
Desde El Salín, 400 m. antes de llegar a la iglesia, ya dejamos de cruzarnos con Peregrinos, pues aquí se abandona el trazado del Camino del Norte para seguir sobre el de la senda fluvial del Nansa.
Senda que desde hace unos años, por decisión de no se sabe quien, forma parte del trazado “oficial” que seguimos los “Crucenos” en pos del monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Y por éste agradable recorrido, en el que agradecemos el entrenamiento de subir y bajar escaleras que tuvimos en Venecia, ...
... discurren los siguientes 8 km. hasta superar la central hidráulica de Herrerías y el caserío de Trascudia.
... discurren los siguientes 8 km. hasta superar la central hidráulica de Herrerías y el caserío de Trascudia.
Lugar donde el trazado deja momentáneamente de ser un cómodo paseo al borde del Nansa, para afrontar el empinado ascenso al Tortorio y ...
... su consiguiente descenso por la escarpada ladera derecha del río, hasta recuperar el asfalto y el nivel del río.
Iniciando otros 2 km. de ascenso, en esta ocasión sobre asfalto y hormigón “rayado”, hasta dejar atrás el pueblo de Cabazón.
... su consiguiente descenso por la escarpada ladera derecha del río, hasta recuperar el asfalto y el nivel del río.
Iniciando otros 2 km. de ascenso, en esta ocasión sobre asfalto y hormigón “rayado”, hasta dejar atrás el pueblo de Cabazón.
Desde donde se continúa sobre una carreterilla, por la que se deja de subir y se desciende a la CA-855, para en la Venta del Vallejo dejarla por la derecha e inmediatamente girar a la izquierda continuando por otra carreterilla que tras 600 m. de suave subida se comienza a descender a Cades.
En nuestro caso, tras 900 m. de descenso y poco antes de llegar a Cades, nos desviamos por una pista de hormigón que por la izquierda desciende hasta la CA-855 para llegar a La Casona del Nansa, hotel donde pasamos la noche, evitando así el rodeo que deberíamos dar en el caso de llegar a Cades.
En resumen; bonitos y entretenidos 19 km. de etapa entre Unquera y Cades, en los que disfrutamos de un agradable y ...
... refrescante entorno en la primera parte del recorrido y de una pesada y calurosa segunda parte, en la que el asfalto y la aparición del sol nos aburrieron un poco.
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