Lugar: Sobrado dos Monxes o Sobrado de los Monjes
Situación: Parroquia y municipio de Sobrado
Localización: Lat. 43º 2’ 24.63’’ N - Long. 8º 1’ 20.76’’ W
Etapa en la que se encuentra: Miraz - Sobrado dos Monxes - Arzúa
Dista: 27,1 km. desde Miraz - 23,9 km. hasta Arzúa
Altitud: 505 mts.
Camino: Camino de la Costa
Provincia: La Coruña (Galicia)
La aparición de una amplia laguna por la derecha del Camino, es la señal inequívoca de que el Peregrino ya está muy cerca de la pequeña villa “dos Monxes”.
Monjes que construyeron este pequeño embalse en el año 1530, para dar servicio al monasterio en torno al que creció Sobrado, a sus molinos, ...
... prados y cultivos, además de poder disponer de pesca para el consumo.
Desde que se entra, mientras se transita y hasta que se abandona el pueblo, serán las torres de la iglesia del Monasterio de Santa María, antaño de San Salvador, las permanentes vigías y compañeras del transeúnte en su travesía.
De la procedencia del nombre Sobrado, se barajan distintas opciones según que autor, pues unos lo interpretan como “sitio alto”, mientras que otros lo hacen como “residencia señorial”. En documentos de finales del siglo X aparece citado el Monasterio con el nombre de San Salvador, careciendo de referencias hasta 1142, año en el que tras una época de abandono un grupo de monjes cistercienses procedentes de Claraval (Francia), inician la vida monástica ya con el nombre de Santa María de Sobrado.
El Monasterio desarrollará gran actividad durante el resto del siglo XII y XIII, pasando por una etapa de decadencia hasta finales del siglo XV, cuando nuevamente resurge para recuperar la época de máximo esplendor durante la que se construye la iglesia, que no será consagrará hasta el año 1708.
Tras otra sucesión de contratiempos que culminan con la desamortización, el monasterio, sus edificios y posesiones son vendidos a particulares, iniciándose un paulatino deterioro que lo lleva prácticamente a la ruina, hasta que en el año 1954 la comunidad Cisterciense de Cóbreces (Cantabria) inicia la recuperación del Monasterio, hasta que en julio de 1966 se instala definitivamente una comunidad cisterciense en Santa María de Sobrado.
El edificio pasa por ser uno de los monumentos barrocos más importantes de Galicia, del que se conservan en buen estado la iglesia y gran parte de las dependencias monásticas, como son los tres claustros, la sala capitular, la sacristía, la antigua cocina, etc.
La iglesia de estilo barroco fue construida durante el siglo XVII, con planta de cruz latina y tres naves de distinta anchura, con una gran cúpula sobre el crucero.
Pero lo que llama la atención es su espectacular fachada, en la que dos altas torres campanario enmarcan una estrecha y esbelta fachada dividida en dos grandes cuerpos.
En el primer cuerpo se abre una puerta adintelada, sobre la que se encuentra la imagen de la Virgen de la Asunción, flanqueando estos elementos se elevan dos altas columnas corintias de fuste estriado. En el cuerpo superior se abre un ventanal adintelado sobre el que luce un escudo rodeado de columnas.
El Monasterio conserva tres claustros, el más cercano a la iglesia es el de los Peregrinos o de la Hospedería es de comienzos del siglo XVI, de austeras líneas herrerianas con arcos de medio punto, sobre los que se eleva un piso con ventanas, en este claustro se encuentran las dependencias del actual albergue.
El que lo sigue es el Procesional y el que comunica con la sala capitular, el refectorio y la cocina, dependencias monacales medievales que todavía se conservan.
Conocido como el de las Caras o de los Medallones por los rostros de santos, reyes y otros personajes que se representan en los 36 que se suceden a lo largo del piso superior. El claustro es el original cisterciense del siglo XII, aunque fue rehecho en su integridad entre los siglos XVI y XVIII.
Y el último es el Grande, cuya construcción se inició en el siglo XVI no dándose por finalizada la misma hasta el XVIII, en la actualidad el acceso al mismo no está permitido.
Pero cuando se traspasa el gran arco de la “Porta”, que se abre en el muro desde la plaza del pueblo, ...
... en el gran campo al que accede el Peregrino además del gran edificio conventual, también sorprende la presencia en la parte izquierda de un pequeño templo rodeado de un singular cementerio, y que curiosamente se trata de la Iglesia Parroquial de San Pedro da Porta.
Llamada así probablemente, por haberse construido cerca de la entrada al recinto amurallado del Monasterio. Pese a su pequeño tamaño, guarda en el interior un bonito retablo mayor y algunas imágenes de interés.