Hoy publicamos las reflexiones de nuestro compañero Mariano, sobre su debut y experiencias vividas en el Camino del Salvador.
Tras éstos cinco días por el Camino del Salvador, en los que tuve mi primer toma de contacto con “El Camino” y con la “Salvadorana” en la mano, ya me creo capacitado para plantearme un reto de más envergadura, con algún día más de duración y un poco más lejos de casa, “Camino Francés” o … ¿quién sabe? “La Costa”, “El Primitivo” “La Plata” … ya veremos.
En esta ocasión, la cercanía del trazado a casa me concedió un debut ciertamente cómodo, pues nos permitió salir y regresar desde la “Villa” para hacer las últimas tres etapas, esto para un novato siempre es de agradecer, al menos en mi caso. Durante éstos días me di cuenta de lo importante que es organizarse bien, antes de empezar: diseñando las etapas que no resulten demasiado largas o cortas, tener previsto los posibles alojamientos, los desplazamientos, donde comer o comprar, etc., en esta ocasión los compañeros me lo dieron todo hecho, así que solo tuve que ocuparme de dos cosas: ponerme en forma y hacer la mochila.
Respecto al material, me parece que, hay dos cosas muy importantes: el calzado y la mochila. Puede que la ropa impermeable también lo sea, aunque en esta ocasión tuvimos tanta suerte, que no nos cayó ni una sola gota de agua. Pero creo que en estas cosas no se puede escatimar. Gracias a los consejos de mis colegas, me hice con una mochila ligera y cómoda que se adapta bien al cuerpo y que reparte bien la carga, pues parece que pesa menos cuando se carga a la espalda.
A lo que sí le di muchas vueltas, fue al contenido, inicialmente pensando en que no me faltara nada y a la vez no cargarla demasiado, sobre todo, de cosas innecesarias. Procuré hacerla lo mejor posible y me apañé con la ropa que tenía para ir de monte y claro, eso se notó en el volumen y en el peso. Cuando aparecieron mis compañeros, me di cuenta de la importancia de la experiencia, para llevar cosas más ligeras, como la ropa y el calzado de repuesto. La verdad es que su mochila, era más pequeña y de menos peso, aunque llevaban cosas de las que yo había prescindido.
Con la forma física, pronto me di cuenta que me había quedado un poco corto en la preparación. Noté la falta de las caminatas de fin de semana por la montaña, pues hacía una temporada que las tenía abandonadas. Esa falta de forma, la noté sobremanera en las etapas de más de 25 km., pues la parte final se me hacía muy larga y además siempre coincidía por asfalto. El primer día, salimos de León frescos y descansados, la jornada transcurrió muy bien, pero desde que vi las chimeneas de la central térmica de La Robla, hasta llegar al pueblo, las piernas me comenzaron a pesar y empecé a pensar que no llegaríamos nunca. Ángel me contaba, que pasa algo parecido cuando se entra en Compostela: pasas el cartel de Santiago y piensas que alcanzaste la meta, pero hasta que llegas a la Catedral….
¡Y que decir del día que llegamos a Mieres del Camino! después de una carretera pestosa entre Lena y Ujo, nos quedaba un buen tramo de ruta del colesterol, a la orilla del rio sí, pero todo asfaltado. Cansado como estaba, me parecía que no llegábamos nunca. Los demás días me costaba arrancar, de lo que pesaban las piernas (aunque alguno parecía que no lo notaba, como si no lleváramos los mismos kilómetros en las piernas).
En cuanto al recorrido, seguro que no desmerece en nada al súper reconocido Francés. Ahora en el otoño, impresionante ¡Como estaban los bosques!.
Ya al salir de León, siguiendo el valle del rio Bernesga disfrutamos del colorido de la alameda que va a lo largo de todo el valle, sin olvidarnos de otros bosques por los que pasamos que estaban preciosos: de carbayos, castaños, etc, incluso de encinas.
La segunda etapa desde Buiza en adelante es muy guapa, y la llegada a Poladura de Tercia ye muy prestosa. Caminar los últimos kilómetros, por los "praos" de la vertiente leonesa de la cordillera, una verdadera gozada. Ese día además, tuvimos la suerte de que nos fueron a visitar Ender y su mujer María Jesús, que son de las personas que más se mueven para mantener en buen estado y bien señalizado el Camino del Salvador.
La tercera etapa, dejar la meseta y entrar en Asturias fue increíble. El paso del Payares, con el día que hizo, inolvidable.
Con unas vistas impresionantes: primero, según subíamos de El Cellón, y ya arriba y bajando de Les Ubiñes, El Negrón, El Cuitu Negru, Peña Rueda, etc, Y aquí hay que agradecer a Ender el atajo que nos indicó, perfectamente señalizado, por un hayedo impresionante. Si todo el bosque estaba precioso, atravesar éste, fue casi mágico. Según íbamos bajando les fayes dieron paso a carbayos, castaños, avellanos... La etapa muy dura, pero espectacular, y con un tiempo impresionante.
Con unas vistas impresionantes: primero, según subíamos de El Cellón, y ya arriba y bajando de Les Ubiñes, El Negrón, El Cuitu Negru, Peña Rueda, etc, Y aquí hay que agradecer a Ender el atajo que nos indicó, perfectamente señalizado, por un hayedo impresionante. Si todo el bosque estaba precioso, atravesar éste, fue casi mágico. Según íbamos bajando les fayes dieron paso a carbayos, castaños, avellanos... La etapa muy dura, pero espectacular, y con un tiempo impresionante.
En la cuarta etapa, lo mejor, entre Puente Los Fierros y Campomanes. Lo demás puede soportarse, y alguna parte para olvidar.
La última etapa me sorprendió. En cuanto salimos de Mieres la cosa ya se puso interesante. Y las vistas del último día no desmerecieron nada les de otros días, con el Aramo y el Monsacro de frente.
Y claro, la primera vista de "Uvieu", donde destaca el edificio de Calatrava, y un poco más allá, nuestra meta, la Catedral.
Y claro, la primera vista de "Uvieu", donde destaca el edificio de Calatrava, y un poco más allá, nuestra meta, la Catedral.
VICENTE, me parece bien que hagan mención a Ender como el "Ángel de guarda del camino del san salvador" pero me parece que eres injusto en no valorar los muchos frios y los muchos días que tanto Luis como yo hemos estando ayudándole a que esa obra fuera realidad.
ResponderEliminarEl camino de bajada a PaJARES nos suposo tres días de frio y de buscar salidas para darle encontrar el sitio ideal, además de pintar todo el trayecto desde León, y eso creo que merece una pequeña mención, sin desmerecer al verdadero artífice de esta gran obra.
No es por celos, es por justicia porque tanto Luis y yo menos, también tenemos nuestro coranzoncito y late a la misma velocidad que el de los demás, necesitanto a veces aliento para no desfallecer.
Hola "Josines", en primer lugar pediros perdón a los dos y daros una vez más las gracias, por vuestro espectacular trabajo de recuperación de este bonito Camino.
EliminarNo fue nuestra intención, ni la de nuestro compañero Mariano autor íntegro de la entrada, ser injustos con vosotros ni con ninguno de los que se dejan la vida por hacer más fácil el camino de los demás..
Somos perfectamente conscientes del sacrificio que cuesta limpiar, marcar y mantener transitable un tramo de Camino, sobremanera si no es utilizado de manera permanente.
Esperamos que esta rectificación, os sirva de aliento para continuar y no desfallecer.
Gracias Josines y Luis, un fuerte abrazo y mil perdones de nuevo.
Lo que faltaba, osea no lo haces por el bien de los Peregrinos, lo haces para ponerte una medalla??
ResponderEliminarEse Camino existía muchísimo antes de que tu nacieses y durante siglos los Peregrinos lo usaron sin tener que poner ninguna medalla a nadie y los Peregrinos modernos han de agradecer( si quieren) el trabajo realizado para marcarlo, pero nunca se puede exigir un reconocimiento.
Quien es este que pide reconocimiento para el?
ResponderEliminarEnder se quien es pero este??
Yo hice ese Camino hace ya cuatro años y no había las señalizaciones que encontré este otoño que repetí, y es de agradecer que se mejoren las señalizaciones, pero exigir reconocimiento, quien este individuo?
No pedí reconocimiento, solicité mención, porque sabía que Joaquín conocía bien nuestra colaboración, y me extrañó que en su blog no lo mencionara.
ResponderEliminarSi conoces a Ender, haz memoria a ver quién te lo presentó, puedes preguntarle.¡ No sabes lo bien que lo pasamos remarcando el camino.... !
Ya recibimos suficiente recompensa con el trabajo bien hecho, sin esperar nada, y menos de UN ANONIMO, que se ampara en el anonimato para faltar, SI puede.
Joaquín, aprovecho para darte las gracias por tu comentario. Sabemos que tú lo has hecho también en el camino de la costa y siempre que puedes, por lo que LO MENCIONO y te doy las gracias, yo también. ¿Acaso es una cosa mala AGRADECER lo que los demás hacen por otros?
¡Ah! Este individuo es una persona que cuando tú pasaste en el Otoño, a lo mejor alguna señal que él puso te evitó que te perdieras, como tantas otras veces, de lo cual me alegro.......
DONDE DIJE JOAQUIN, DEBERIA DE HABER DICHO VICENTE, LO SIENTO
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