La mañana del pasado domingo, animaba poco a pasear, por lo que nos dimos una vuelta por Valdedios, para comprobar si había alguna novedad y hacer alguna foto para la renovación de la cabecera. Nada de nada, ni rastro de vida dentro del convento, únicamente vimos el coche de Roberto el guía, algún que otro turista y todas las puertas cerradas a cal y canto, incluida la del albergue.
No pudimos cerciorarnos de si el albergue, sigue prestando servicio a los Peregrin@s o no. Por lo que aconsejamos a los posibles usuarios, durante esta temporada de transición, traten de informarse en los albergues anteriores de su operatividad.
El resto del día, lo dedicamos a tomar unos "culinos" con los amigos, ver la final del mundial de balonmano, cambiar la apariencia del blog (esperamos que la nueva sea de vuestro agrado) y terminar Buen camino, pequeño libro de Alberto Polledo, recientemente editado. De este cuaderno del Camino Primitivo, poco más podemos decir. Se trata de un diario, con pinceladas de relato novelado, apuntes de historia y cierta gracia, en el que el autor nos hace llegar su particular visión, de doce jornadas en el Camino Primitivo. Lo de particular carece de segunda intención, pues la experiencia nos dice que cada uno tiene su manera de ver, hacer, sufrir, disfrutar y vivir El Camino, siendo todas ellas merecedoras del máximo respeto.
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