El pasado fin de semana el norte se vio sorprendido por la nevada del "cuquiellu" (cuco), dándole un buen susto a la primavera y a los numerosos Peregrin@s que pilló en el Camino.
En nuestra tierra a esta nevada, relativamente normal para los más mayores, se la conoce como la del "cuquiellu" por coincidir con la llegada a estas latitudes de los cucos (Cuculus canorus), esquiva ave migratoria de la que se dice es portadora de buena suerte, para el primero en escucharlo en su regreso anual.
Pese al considerable descenso de las temperaturas y a lo desapacible de los días, por aquí no se arruga nadie.
Lo pudimos comprobar en nuestro paseo dominical, pues además de encontrarnos con varios "clásicos" también nos cruzamos con una pareja de atletas en pleno esfuerzo, nos dio la impresión que estaban haciendo el Camino corriendo.
Tampoco asusta el mal tiempo castellano al Peregrino cordobés, Antonio Cañizares de 64 años y a su compañero Pepe de tan solo siete, que caminan en pos de su cuarto Camino tras haber superado Antonio varios episodios de cáncer, a los que desde aquí les deseamos ¡Buen Camino!.
La pareja de runners a toda pastilla |
Lo pudimos comprobar en nuestro paseo dominical, pues además de encontrarnos con varios "clásicos" también nos cruzamos con una pareja de atletas en pleno esfuerzo, nos dio la impresión que estaban haciendo el Camino corriendo.
Tampoco asusta el mal tiempo castellano al Peregrino cordobés, Antonio Cañizares de 64 años y a su compañero Pepe de tan solo siete, que caminan en pos de su cuarto Camino tras haber superado Antonio varios episodios de cáncer, a los que desde aquí les deseamos ¡Buen Camino!.
La noticia de Antonio Cañizares, nos la facilitó Aurelio Santamaría.
Que recuerdos el Camino al borde de esos acantilados
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