“Logroño - Nájera” entre viñas y el arco iris.

Dejamos Logroño por una cómoda senda que después de atravesar el parque de San Miguel, nos lleva hasta el área y embalse de La Grajera y aquí comienza el espectáculo.

Nada más dejar atrás La Grajera, comenzamos a caminar rodeados de viñedos, viñedos y más viñedos, en algunos momentos del día todo lo que alcanzamos a ver eran viñas multicolores.

La impresionante gama de colores que ofrecen es tan alucinante, que los casi treinta kilómetros de etapa los recorrimos sin apenas ser conscientes de la distancia.

La única pena fue que el día estuvo nublado y no salió el sol ni siquiera un instante, pues de haber lucido un rato el espectáculo podría haber sido total.

Pese a todo durante un rato disfrutamos de un buen arco iris.

La etapa únicamente está jalonada por dos pueblos; el primero es Navarrete, en el que todavía se respiran aires medievales dentro de su casco antiguo.

Si Navarrete nos recibe con los restos de la antigua iglesia hospital de San Juan de Acre, nos despide con la portada gótica de la misma, que fue trasladada a la entrada del cementerio parroquial.

El segundo lugar habitado del día, es la pequeña aldea de Ventosa presidida por la iglesia de San Saturnino y rodeada de viñedos.

De Ventosa ascendemos al alto de San Antón y desde aquí al Poyo de Roldán, donde cuenta la leyenda que Roldán venció al gigante Ferragut.

Una gravera y ...

... un bonito poema nos abren las puertas de Nájera, ...

... pero la auténtica bienvenida nos la dio Don Eugenio Garibay, ...

... autor del mismo y compañero de fatigas del mítico Don Elías Valiña (el cura del Cebreiro) en el relanzamiento del Camino en los años ochenta.

El día dio para todo, hasta para hacer "la grulla"

Y mañana nos espera Santo Domingo de La Calzada, donde la gallina ....