Lugar: Vaguada de Tablizo "Le Pont qui tremble"
Situación: Parroquia de Ballota y Cadavedo, municipio de Cudillero y Valdés
Localización: Lat. 43º 33’ 11.57’’ N - Long. 6º 20’ 37.01’’ W
Etapa en la que se encuentra: Novellana - Cadavedo
Dista: 9,2 desde Novellana - 7,3 hasta Cadavedo
Altitud: 6 mts.
Altitud: 6 mts.
Camino: Camino de la Costa
En ésta pequeña vaguada que forma el río Cabo, límite de los concejos Cudillero y Valdés, se encontraba el temido "Pont qui tremble", al que hacen referencia tantos relatos de Peregrin@s medievales.
El puente se hallaba situado en la vaguada de Tablizo, al Oeste de las Ballotas, unos ochenta metros al Sur del mar, cuyas olas se ven entre las dos laderas que recortan el perfil de un valle en forma de V. Una canción de peregrinos impresa en Valenciennes en 1616 dice a propósito del puente:
Quand nous vinsme au pont qui tremble
nous étions bien trente ensemble,
taut de walons qu'allemande,
et nous disions, s'il vous semble
La inseguridad causada por el balanceo de los troncos de que estaría formado, y la contemplación del río al fondo, inspiraban a los peregrinos temor a aquel paso, cuyas primicias se brindaban unos a otros, al decir de ésta canción no exenta de cierta vis cómica.
Otra, impresa repetidas veces, dice así:
Quand nous fumes au pont qui tremble
bien etonnés
de nous voir une troupe ensemble
fort exposés
voyant les ondes de la mer
dans leur furie,
dont le choc nous faisait trembler
et craindre por la vie
nous prions la Vierge Marie
Existe hoy sobre el riachuelo que desemboca en el mar; construido en piedra y de un solo arco, pero los ancianos de la comarca recuerdan los tiempos en que era de madera.
Mide aproximadamente doce metros de largo por seis de altura, pero antiguamente el lecho del río sería más profundo, pues los efectos de la erosión debieron rellenarlo. Cuando arreciaba la marejada, el mar llegaba muy cerca del puente, según los ancianos entrevistados.
Mide aproximadamente doce metros de largo por seis de altura, pero antiguamente el lecho del río sería más profundo, pues los efectos de la erosión debieron rellenarlo. Cuando arreciaba la marejada, el mar llegaba muy cerca del puente, según los ancianos entrevistados.
TEXTO PROCEDENTE DEL LIBRO: "LAS PEREGRINACIONES A SANTIAGO"
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