6ª Etapa
Berducedo – Grandas de Salime
Distancia: 20, 3 km.
Dificultad: Media.
Tiempo total estimado: 5 horas 45 minutos.
Tiempo estimado sin paradas: 4 horas 45 minutos.
Punto más alto: 1.040 m. Alto de Los Coriscos.
6º 48’ 41.54’’ W - 43º 13’ 32.86’’ N
6º 48’ 41.54’’ W - 43º 13’ 32.86’’ N
Punto más bajo: 227 m. Presa del pantano de Salime.
6º 50’ 50.75’’ W – 43º 14’ 10.96’’ N
6º 50’ 50.75’’ W – 43º 14’ 10.96’’ N
Desnivel acumulado subiendo: 588 m.
Desnivel acumulado bajando: 910 m.
Señalización: En abril de 2016 la necesaria.
Enlace Wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12924104
Albergues: En La Mesa y Grandas de Salime.
Alojamiento alternativo: En Las Grandas, 900 m. después de pasar la presa del pantano.
Lugares para avituallarse: En Las Grandas.
Observaciones: Etapa aparentemente corta, pero exigente, pues se puede resumir como una gran bajada seguida de una gran subida. Si a algún@ le resulta una etapa corta o para los que pernoctaron en La Mesa, cabe la posibilidad de continuar la jornada otros 4 km. hasta Castro, pequeño núcleo en el que además del Chao San Martín y su museo, existe un albergue juvenil y la posibilidad de alojamiento alternativo.
Última actualización: En abril de 2016.
0,00’ h. - km. 0
.- Berducedo (895 m).
La iglesia de Santa María marca el comienzo de la etapa y de los primeros 1.200 m. de ascenso de la jornada, tras los que se alcanza la loma de Prima Madera.
Lugar desde el que se contempla “a chaira” o llano, sobre el que desde tiempos remotos se asientan los habitantes de la zona, como demuestran los túmulos y dólmenes, junto a restos arqueológicos encontrados en el entorno.
El trazado inicia, entre prados y pinares, un descenso de 700 m. tras los que se alcanza la carretera de La Mesa, sobre la que se continúa por la izquierda en ligero descenso durante los siguientes 2,3 km., tras los que se llega a La Mesa, núcleo que ya pertenece al concejo de Grandas de Salime.
Lugar desde el que se contempla “a chaira” o llano, sobre el que desde tiempos remotos se asientan los habitantes de la zona, como demuestran los túmulos y dólmenes, junto a restos arqueológicos encontrados en el entorno.
El trazado inicia, entre prados y pinares, un descenso de 700 m. tras los que se alcanza la carretera de La Mesa, sobre la que se continúa por la izquierda en ligero descenso durante los siguientes 2,3 km., tras los que se llega a La Mesa, núcleo que ya pertenece al concejo de Grandas de Salime.
0,55’ h - km. 4,1
.- La Mesa (864 m).
Este pequeño núcleo rural, únicamente dispone de un espartano albergue, sin más servicios.
Llama la atención la pequeña iglesia de Santa María Magdalena de estilo popular, construida entre los siglos XVIII y XIX. El pueblo de La Mesa se deja atrás a la vez que se afrontan los trabajosos 1.500 m. que lo separan del alto de Los Coriscos.
Distancia que se salva por la carreterilla de Villar de Buspol, a la sombra del parque eólico de la Sierra de La Cuesta, hasta coronar el collado.
Lugar en el que merece la pena volver la vista, ya que se puede disfrutar de una magnífica panorámica del tramo de Hospitales y de El Palo. En Los Coriscos comienzan los 8 km. de descenso tras los que se alcanza la presa del pantano de Salime.
Los primeros 800 m. se siguen recorriendo sobre asfalto, para abandonarlo al comienzo de la primer curva a izquierdas, sobre un marcado camino que por la derecha, y después de recorrer un centenar de metros por su traza se llega a una pequeña capilla bajo la advocación de Santa Marina y Santiago.
En ocasiones el inicio del camino puede estar camuflado por la vegetación, por lo que en caso haber continuado por la carretera se debe tomar el primer desvío, que por la derecha, lleva al caserío de Buspol antaño hospital de Peregrinos y donde la familia Allonca no tendrá inconveniente en abrir el portón, que comunica el patio central del caserío con el Camino y la capilla.
Llama la atención la pequeña iglesia de Santa María Magdalena de estilo popular, construida entre los siglos XVIII y XIX. El pueblo de La Mesa se deja atrás a la vez que se afrontan los trabajosos 1.500 m. que lo separan del alto de Los Coriscos.
Distancia que se salva por la carreterilla de Villar de Buspol, a la sombra del parque eólico de la Sierra de La Cuesta, hasta coronar el collado.
Lugar en el que merece la pena volver la vista, ya que se puede disfrutar de una magnífica panorámica del tramo de Hospitales y de El Palo. En Los Coriscos comienzan los 8 km. de descenso tras los que se alcanza la presa del pantano de Salime.
Los primeros 800 m. se siguen recorriendo sobre asfalto, para abandonarlo al comienzo de la primer curva a izquierdas, sobre un marcado camino que por la derecha, y después de recorrer un centenar de metros por su traza se llega a una pequeña capilla bajo la advocación de Santa Marina y Santiago.
En ocasiones el inicio del camino puede estar camuflado por la vegetación, por lo que en caso haber continuado por la carretera se debe tomar el primer desvío, que por la derecha, lleva al caserío de Buspol antaño hospital de Peregrinos y donde la familia Allonca no tendrá inconveniente en abrir el portón, que comunica el patio central del caserío con el Camino y la capilla.
1,30’ h - km. 6,6
.- Buspol, capilla de Santa Marina y Santiago (975 m).
La fundación de esta singular capilla, que perteneció al antiguo hospital de Peregrinos, se remonta al siglo XIV, de cuya época apenas queda algo más que su pequeña campana, (a nuestro paso en el mes abril de 2016, desconocemos el motivo por el que no colgaba de la espadaña), tal y como reflejan las inscripciones grabadas en sus tres bandas.
El actual aspecto de la ermita es producto de una remodelación realizada en el siglo XVIII.
El trazado continúa 100 m. sobre el camino que paralelo a los muros de la capilla alcanza un prado, para atravesarlo en diagonal hacia la izquierda en dirección a un mojón, que en ocasiones también puede estar oculto por la hierba.
Superado el prado, comienza un pronunciado y permanente descenso sobre un descarnado camino, con magníficas vistas sobre el pantano, por el que se recorren los siguientes 5,1 km.
A medida que se pierde altura, zigzagueando entre pinares, el camino se va transformando en pista a la vez que ocasionalmente suaviza su perfil, incluso con algún corto tramo llano y de suave subida.
A lo largo de este trayecto, se encuentran abundantes madroños y un par de “curtíos”, vestigio inequívoco de los tiempos en el que el oso habitaba la zona.
A mitad del descenso también se encuentra una desviación, que por la izquierda, desciende hasta el antiguo pueblo de Salime, desvío que únicamente se debe tomar si se tiene acordado con el “lancheiro” la travesía del pantano.
Tras un par de kilómetros en los que el trazado suaviza el perfil, con algún que otro pequeño trecho de ligero ascenso, se deja la comodidad de la pista para continuar, por la izquierda, sobre un estrecho y resbaladizo sendero, por el que zigzagueando se recorren los siguientes 1.000 m. salvando así la pendiente ladera de un “souto” o “castañeu”, que separa la pista de la AS-14.
Una vez en la carretera el descenso continúa, por la izquierda, durante los siguientes 700 m. hasta alcanzar la presa del pantano.
A mitad de camino, en la margen derecha de la AS-14, se encuentra un pequeño túnel que da acceso a un aéreo mirador desde el que se disfruta de una espectacular panorámica sobre la presa, el cauce del Navia, las instalaciones hidroeléctricas y la ladera occidental, en la que se encuentran las ruinas del antiguo poblado que habitaron los trabajadores de la presa, durante los ocho años que duraron las obras.
.- Presa del pantano de Grandas (227 m).
Al paso por la presa se experimentan dos curiosas sensaciones, por el lado derecho la de vacío al asomarse a los 134 m. que nos separan del rio Navia, mientras que por la izquierda, las sensaciones pueden variar en función del nivel de los posibles 270 millones de metros cúbicos que puede ser embalsados detrás de su muro.
Atravesada la presa comienza el lento ascenso a Grandas de Salime, recorriendo los primeros 4,3 km. de sobre el trazado de la AS-14, para encontrar el único punto intermedio de avituallamiento y alojamiento de la etapa a escasos 1.000 m. de haber iniciado el mismo.
En verano si el sol aprieta, este tramo, puede resultar más tedioso que el largo descenso dejado atrás, pues la sombra y la brisa son bienes escasos durante buena parte de la subida.
A lo largo de la misma se encuentran diversos puntos y un mirador, desde los que se pueden ver bonitas panorámicas sobre el pantano, el largo descenso realizado desde Buspol y los restos del pueblo de Salime, a donde bajaba el Camino hasta que en el año 1954 se inundara el valle. Pues con anterioridad a la construcción del embalse, la ruta descendía desde Buspol de manera continua hasta alcanzar el pueblo de Salime.
Bajo las aguas del embalse, en las proximidades del pueblo, se sepultaron dos puentes que salvaban el gran desfiladero por el que discurrían en libertad las aguas del Navia; uno de ellos era de madera y se cuentan escalofriantes narraciones de su travesía, el otro de piedra tenía una inscripción en el interior de su arco que decía : “Pedro de Pedre, de Castro natural, hizo el puente de Salime, la iglesia y el hospital, y la catedral de Lugo a donde se fue a enterrar” Abril del año 1113.
Atravesada la presa comienza el lento ascenso a Grandas de Salime, recorriendo los primeros 4,3 km. de sobre el trazado de la AS-14, para encontrar el único punto intermedio de avituallamiento y alojamiento de la etapa a escasos 1.000 m. de haber iniciado el mismo.
En verano si el sol aprieta, este tramo, puede resultar más tedioso que el largo descenso dejado atrás, pues la sombra y la brisa son bienes escasos durante buena parte de la subida.
A lo largo de la misma se encuentran diversos puntos y un mirador, desde los que se pueden ver bonitas panorámicas sobre el pantano, el largo descenso realizado desde Buspol y los restos del pueblo de Salime, a donde bajaba el Camino hasta que en el año 1954 se inundara el valle. Pues con anterioridad a la construcción del embalse, la ruta descendía desde Buspol de manera continua hasta alcanzar el pueblo de Salime.
Bajo las aguas del embalse, en las proximidades del pueblo, se sepultaron dos puentes que salvaban el gran desfiladero por el que discurrían en libertad las aguas del Navia; uno de ellos era de madera y se cuentan escalofriantes narraciones de su travesía, el otro de piedra tenía una inscripción en el interior de su arco que decía : “Pedro de Pedre, de Castro natural, hizo el puente de Salime, la iglesia y el hospital, y la catedral de Lugo a donde se fue a enterrar” Abril del año 1113.
4,10’ h - km. 17,9
.- Desvío con la GS-1 (475 m).
Recorridos 300 m. después de haber superado una cerrada curva a derechas en la que nace la GS-1, se alcanza el Km.2 de la AS-14.
Lugar en el que se deja el asfalto para continuar sobre un marcado sendero, que por la izquierda, trepa por el talud de la carretera para seguir ascendiendo a través de un bonito bosque, a la vez que se convierte en un cómodo camino durante 1.500 m. hasta alcanzar el barrio de El Ferreiro a las puertas de Grandas de Salime, no sin antes haber pasado junto a un pequeño “curtío”.
En el caso de que la maleza o el barro, nos haga dudar sobre la conveniencia de cambiar el asfalto por la tierra del sendero, también se puede alcanzar la villa de Grandas por la AS-14.
Lugar en el que se deja el asfalto para continuar sobre un marcado sendero, que por la izquierda, trepa por el talud de la carretera para seguir ascendiendo a través de un bonito bosque, a la vez que se convierte en un cómodo camino durante 1.500 m. hasta alcanzar el barrio de El Ferreiro a las puertas de Grandas de Salime, no sin antes haber pasado junto a un pequeño “curtío”.
En el caso de que la maleza o el barro, nos haga dudar sobre la conveniencia de cambiar el asfalto por la tierra del sendero, también se puede alcanzar la villa de Grandas por la AS-14.
4,45’ h - km. 20,3
.- Grandas de Salime (565 m).
La entrada al casco urbano se hace por la avenida de El Ferreiro, en clara alusión al barrio que se dejó atrás y lugar de nacimiento del popular Pepe "el ferreiro", fundador del magnífico Museo Etnográfico que se encuentra a mitad de esta vía y al que merece la pena hacer una visita.
La estructura urbana de Grandas está marcada por el trazado del propio camino, alineándose sus construcciones más relevantes a lo largo del recorrido jacobeo y como no podía ser menos, también disponía de hospital para peregrinos, al igual que el inundado Salime.
De entre todos los edificios de la villa sobresale la Iglesia de El Salvador, que en otros tiempos fuera colegiata, fue fundada en 1186 de cuya época únicamente se conserva la portada.
El templo fue ampliado a mediados del siglo XVI y reformado en el siglo XVII, para en el siglo XIX añadirle finalmente el pórtico de cantería. En el interior del templo destacan la pila bautismal, y las gárgolas que hay a la izquierda, que, junto a dos sepulturas, son de final del siglo XII.
Los herrajes de la puerta interior son de mediados del siglo XV, y el retablo principal, barroco del siglo XVII. También destacan varias imágenes procedentes de la iglesia de Salime, así como numerosos detalles de diversas épocas, que hacen obligatoria la visita al interior del templo.
La estructura urbana de Grandas está marcada por el trazado del propio camino, alineándose sus construcciones más relevantes a lo largo del recorrido jacobeo y como no podía ser menos, también disponía de hospital para peregrinos, al igual que el inundado Salime.
De entre todos los edificios de la villa sobresale la Iglesia de El Salvador, que en otros tiempos fuera colegiata, fue fundada en 1186 de cuya época únicamente se conserva la portada.
El templo fue ampliado a mediados del siglo XVI y reformado en el siglo XVII, para en el siglo XIX añadirle finalmente el pórtico de cantería. En el interior del templo destacan la pila bautismal, y las gárgolas que hay a la izquierda, que, junto a dos sepulturas, son de final del siglo XII.
Los herrajes de la puerta interior son de mediados del siglo XV, y el retablo principal, barroco del siglo XVII. También destacan varias imágenes procedentes de la iglesia de Salime, así como numerosos detalles de diversas épocas, que hacen obligatoria la visita al interior del templo.
Hicimos el Primitivo y me encantó y esta etapa la tengo gravada en la retina.
ResponderEliminarExtraordinaria etapa.
ResponderEliminarCierto que es un etapa preciosa, en cualquier época del año.
EliminarMuchas gracias por seguirnos y por vuestros comentarios.
Un saludo