21 ago 2018

"León"

Lugar: León   
Situación: Parroquia y municipio de León
Localización: Lat. 42º 35’ 57,31’’ N - Long. 5º 34’ 2,53’ W 
Etapa en la que se encuentra: Mansilla de las Mulas - León - Villadangos del Páramo
Dista: 18,8 Kmts. desde Mansilla de las Mulas - 20,6 Kmts. hasta Villadangos del Páramo
Altitud: 999 mts.
Camino: Francés y de El Salvador
Provincia: León (Castilla y León)


Con esta entrada solo pretendemos hacer mención a algunos rincones y monumentos, que nosotros consideramos, imprescindibles al paso del Peregrino por la capital castellano leonesa bien sea camino de Compostela o de San Salvador de Oviedo.


Si el alto del Portillo, además de dar paso al término municipal capitalino, ofrece la primer visión de las torres de de la Pulchra leonina, el Peregrino no podrá considerarse en León hasta haber dejado atrás, sobre un paso peatonal paralelo, el puente Castro sobre el cauce del río Torío y el barrio del que toma su nombre el puente.


El barrio de Puente Castro fue independiente de la ciudad hasta hace un tiempo, pues primero fue castro celta, después asentamiento romano, más tarde un importante núcleo judío conocido como Castrum Judeorun, hasta pasar a ser considerado definitivamente un barrio más de la capital leonesa, el barrio se desarrolla en torno a la iglesia de San Pedro, hoy centro de recepción de Peregrinos, construida en el siglo XVIII en el mismo lugar que ya existía una ermita bajo la advocación de Santo Tomás de Canterbury.


El puente de estilo neoclásico, fue construido entre los años 1773 y 1778 tras la demolición de otro anterior, un monolito a la entrada del mismo recuerda la importancia de éste barrio para la comunidad judía. 


Ya en el casco urbano leonés propiamente dicho, llama la atención la iglesia de Santa Ana, único templo de estilo gótico-mudejar popular del siglo XV que subsiste en la ciudad, fue edificada sobre otra anterior destinada a cementerio de Peregrinos que había sido donada a la Orden de SanJuan en el año 1122. Antaño se la conocía como la de Santa Ana del Santo Sepulcro por haber pertenecido a esa Orden, en ella tenían su sede las cofradías de San Pablo y la Magdalena, Santa Ana, la del Rosario, San Roque, la Transfixión y la del Santo Sepulcro. 


Más adelante el Peregrino se encuentra los primeros paños de la “Cerca Medieval”, muralla de piedra de forma irregular, edificada en el siglo XIV sobre un anterior muro de tierra del siglo XIII, ésta rodeaba los barrios del sur que se encontraban fuera del recinto original amurallado del campamento legionario. Se caracteriza por el corredor empedrado que separa una primer cerca más baja, conocida como el antemuro, y la más alta y robusta considerada propiamente el muro, en el que se abrían nueve puertas. 


Unos metros más adelante aparece ante el Peregrino la iglesia de Nuestra Señora del Camino o del Mercado, ...


que tiene su origen en el hallazgo de una imagen de la Virgen que un pastor sacó de entre unas zarzas, lugar que la tradición sitúa en el que hoy se levanta una cruz de piedra en la contigua plaza del Grano. 


Edificio de estilo románico construido en el siglo XII, con tres naves sin crucero, que sufrió numerosas reformas y añadidos durante los siglos XV, XVI y XVIII que le otorgaron su aspecto actual. De la obra primitiva se conservan los dos ábsides laterales, de los tres iniciales, junto con las portadas norte y oeste. El retablo mayor, obra barroca del siglo XVIII, lo preside una magnífica imagen de la Virgen del Camino del siglo XV. 


El siguiente hito es indudablemente el más espectacular que se puede encontrar en la capital leonesa y en gran parte de los trazados jacobeos, pues ante el Peregrino se levanta la Pulchra Leonina. La construcción de ésta impresionante catedral gótica, se inició en torno al año 1275 sobre un templo románico de menor tamaño y coetáneo de la muralla, que a su vez había ocupado el espacio de unas termas romanas del siglo II.


En la construcción del edificio intervinieron sucesivos maestros a lo largo de sus diferentes fases constructivas, dándose por terminada la parte central en el año 1301 y en las primeras décadas del siglo XIV el claustro, mientras las torres fueron rematadas en el siglo XVI.


Se considera la catedral más francesa de las españolas, pues muestra numerosas coincidencias con las de Reims, Amiens y Beauvais, la planta está dividida en tres naves hasta el transepto y en cinco desde el altar mayor, lo que la convierte en una catedral macrocéfala, las naves están cubiertas con bóveda de crucería cuatripartita en tramos rectangulares.


Pero lo realmente impresionante de la “Pulchra”, es la policromía de sus 1.800 metros cuadrados de vidrieras repartidos en 125 espectaculares ventanales, consideradas como las mejores del mundo en su género. 


También llama la atención la compleja decoración de sus portadas, sobresaliendo la fachada principal en la que la iconografía recae principalmente en la Virgen María.



Destacando entre sus tres grandes puertas la central o de la Virgen Blanca, en la que en el tímpano se representa el juicio final, mientras en el parteluz aparece la Virgen Blanca con el Niño en las manos.


En la actualidad ésta imagen es una réplica, pues la original se conserva en la capilla central del ábside catedralicio. 


La travesía urbana continúa hasta llegar frente al complejo de la Real Colegiata de San Isidoro, templo del siglo IX dedicado a San Juan Bautista que sustituyó a otro romano dedicado a Mercurio, desde la plaza y frente al Peregrino se abren las puertas; principal, popularmente conocida como del Cordero y la del Perdón. 


En la primera, de estilo románico, abocinada con tres columnas y tres roscas de arco, se representan la ascensión del cordero y el sacrificio de Isaac en el tímpano, ...


a la derecha se puede ver una imagen de San Pelayo que procede del antiguo templo, mientras a la izquierda se encuentra la San Isidoro, sobre la puerta se levanta una peineta barroca del siglo XVIII, con el escudo real de España y San Isidoro a caballo esculpidos. El tímpano de la del Perdón contiene tres relieves; el Descendimiento, tres Marías ante el sepulcro y la ascensión, adjudicándosela al maestro Esteban, que también intervendría en la Catedral de Santiago.


Si el interior de la Colegiata de tres naves con planta de cruz latina es merecedora de una visita, tanto por sus capiteles, arcos, bóvedas y retablos, ...


el centro de atención del conjunto arquitectónico se concentra en los menos de veinte metros cuadrados del espectacular Panteón de los Reyes. De planta cuadrada dividida en tres naves abovedadas, en la que los arcos se apoyan en veintiún historiados capiteles con representaciones vegetales, figuras zoomórficas junto a escenas evangélicas, siendo la extraordinaria belleza, calidad y estado de conservación de los frescos sobre estuco blanco realizados en el año 1149, los que le otorgan el sobrenombre de la Capilla Sixtina del Arte Románico. 


Se puede dejar atrás el conjunto de San Isidoro, directamente por la izquierda bajo la torre del Gallo o bien rodeando todo el conjunto por la derecha.

 

Si se hace bajo la torre, se abandona el recinto amurallado junto a unos de los restos mas antiguos del mismo. La torre de planta cuadrada, cuyos dos primeros tramos se construyeron en el siglo XI como recinto defensivo formando parte de la muralla, se continuó con otros dos para convertirla en campanario en el siglo XII, siendo rematada con un gallo a modo de veleta, que le dio el nombre y se convirtió en un símbolo de la ciudad. El gallo podría ser un aguamanil del golfo pérsico del siglo VI, regalo de al Andalus al rey. En la actualidad el que luce en el alto de la torre es una réplica, pues el original se conserva en el museo de San Isidoro. 


Los restos de muralla, que se encuentran junto al muro sur de la torre, pertenecen a las primeras defensas en piedra construidas por la legio VII gemina a finales del siglo I, sustituyendo a las primitivas de madera y tierra levantadas desde los orígenes de la ciudad en el año 29 a.de C. cuando se asienta aquí un campamento romano. Los muros que se encuentran al norte de la torre del Gallo ya pertenecen a la llamada de los Cubos, en alusión a las poderosas torres semicirculares que se intercalan a breves espacios, su forma rectangular rodeaba el recinto del campamento, permitiendo el tránsito a través de una puerta en cada lateral de las que únicamente queda en pie la del muro norte, conocida como la puerta del Castillo.


El Peregrino se despide del casco histórico leonés salvando el curso del río Bernesga, pero antes deberá dejar atrás el desvío a San Salvador de Oviedo ...


y desfilar ante los 100 espectaculares metros de fachada del antiguo Monasterio de san Marcos, convertido en Parador Nacional de Turismo en el año 1964. 


El origen del convento se remonta al siglo XII, cuando la infanta Sancha de Castilla hace una donación para la construcción de un hospital de Peregrinos en las afueras de la ciudad, siendo en el siglo XVI cuando Fernando el Católico favorece la construcción del edificio gótico-plateresco que hoy se puede contemplar, obras que se prolongaron hasta comienzos del siglo XVIII. 


Antes de su actual utilidad y de la monástica original, el edificio fue utilizado como escuela de segunda enseñanza y de veterinaria, hospital penitenciario, prisión militar, casa de misiones y casa central de estudios de los Escolapios. El edificio cuenta con una bonita iglesia, de estilo gótico decadente construida en el año 1531, que alberga numerosas piezas del Museo de León. 


Si se dispone de un poco más de tiempo, merece la pena darse un paseo por la casa Botines, ...


el Palacio de los Guzmanes, la Iglesia de San Marcelo o la Plaza Mayor, ...


pero sería imperdonable no buscar un buen rato para disfrutar del ambiente, las tapas, los cortos de cerveza y los vinos de su popular barrio Húmedo.

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