Haciendo un símil, éste confinamiento que estamos padeciendo, bien se puede comparar con esas largas jornadas de Camino en las que el calor o el frío y la dura orografía, consiguen que el peso de la mochila se multiplique y que en nuestra moral aparezca alguna grieta.
O con los padecimientos de Martín de Châtillon “El Peregrino”, durante su singular marcha a Compostela en el lejano siglo XI, en los inicios del Camino.
Sin embargo en ambos contextos, las ganas de alcanzar la meta, hace que sus protagonistas sigan dando un paso tras otro, con el único pensamiento de que lo van a conseguir… ¡ya falta menos!.
Sin embargo en ambos contextos, las ganas de alcanzar la meta, hace que sus protagonistas sigan dando un paso tras otro, con el único pensamiento de que lo van a conseguir… ¡ya falta menos!.
Por eso, poco a poco, debemos de ir animándonos en estos días tan excepcionales en los que a unos les desborda el trabajo hasta la extenuación, mientras a otros el confinamiento les hace perder el juicio.
Y ahora es cuando las pequeñas cosas adquieren verdadera importancia, …
Y ahora es cuando las pequeñas cosas adquieren verdadera importancia, …
Cuando un solidario y agradecido aplauso a los equipos de sanitarios, transporte y otros servicios, prevalece sobre los rebuscados y vacuos discursos institucionales.
O un sincero ¡muchas gracias, cuidaros mucho!, agradece el esfuerzo de seguir exponiendo tu salud en los supermercados, tiendas de alimentación, farmacias y demás establecimientos en activo, sin olvidarnos de los que trabajan en la sombra.
O un sincero ¡muchas gracias, cuidaros mucho!, agradece el esfuerzo de seguir exponiendo tu salud en los supermercados, tiendas de alimentación, farmacias y demás establecimientos en activo, sin olvidarnos de los que trabajan en la sombra.
O cuando las fuerzas armadas y de orden, tan reprobadas por algunos, nos demuestran su valía y utilidad en los momentos críticos.
Por cierto, para los confinados, os invito a seguir uno de mis antídotos “caseros” para combatir la inactividad, pues además de un poco de ejercicio, ...
cada día recorro “virtualmente” una etapa del Camino Primitivo, hoy he llegado a Lugo, ya solo me faltan 100 k.
cada día recorro “virtualmente” una etapa del Camino Primitivo, hoy he llegado a Lugo, ya solo me faltan 100 k.
¡Lo vamos a conseguir … ya falta menos!
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