Mientras a lo largo de las últimas semanas las grullas dejaban las tierras de invernada, nosotros estamos a punto de cumplir la quinta sin movernos de casa, pues ya vamos por el trigésimo cuarto día de reclusión y “vosotros” a punto de llegar virtualmente a Villaviciosa.
Aclaro lo de “vosotros”, ya que afortunadamente La Villa es nuestro lugar de confinamiento, pues el pasado 13 de marzo, como habitualmente hacemos cada viernes desde mi jubilación, cambiamos la capital del Principado por la manzanera de España.
Playa de Rodiles y ría de Villaviciosa |
Pero lamentablemente, igual que vosotros, tampoco podemos disfrutar en vivo ni del Camino, ni de nuestro privilegiado entorno, cosa que espero y confío no nos prive ésta maldita pandemia, más allá de la primera semana de mayo, pues ya nos ha robado el mes de abril, como dice el gran Sabina.
Y la sorpresa del día, es que hoy llegaremos a la villa Maliaya por una olvidada traza molinera y Jacobea, en vez de por el camino habitual.
Por cierto, mañana no olvidéis continuar por el ramal izquierdo, en la bifurcación de Casquita. Aunque en la última parte del primer enlace, nosotros lo hacemos por La Rivera, otro itinerario alternativo a tener en cuenta para alcanzar Valdediós desde Casquita.
¡MUCHAS GRACIAS POR SEGUÍR TRABAJANDO,
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