Hoy cumplimos un largo mes de reclusión domiciliaria y seguimos francamente bien. Pues cuando el problema es que se estén agotando los panecillos o la sidra, o no tenga repuesto de un pincel que se me estropeó, eso indica que estamos perfectamente.
Hoy desayunaba con un emotivo vídeo de mis compañeros de El Corte Inglés, pues hasta que cumpla los 65 no pasarán a ser mis “ex”, y no pude evitar emocionarme al pensar en sus actuales preocupaciones y problemas, igual que los de otros muchos colectivos que siguen en primera línea de fuego.
Por eso sería de un egoísmo sin límites quejarme, cuando mi familia se encuentra perfectamente y mis amigos también, pues los que se vieron afectados se están recuperando sin más problemas.
Bien es verdad que a alguno le costará más que a otros el recobrar la normalidad, pero poco a poco, seguro que todo se arreglará si mantenemos la SALUD.
Y recuerdo la sabias palabras de “Vitorino el de Hontanas” : no, no que Dios no me de más salud, ¡que no me quite la que tengo!.
¡Así que vamos a lo nuestro!, pues ésta semana nos espera el tramo de Camino del Norte que discurre entre el puente sobre el río Deva en Bustio y Villaviciosa, para continuar camino de Oviedo en la bifurcación de Casquita.
A lo largo de éstas jornadas tendremos la oportunidad de ver el espectacular bufón de Santiuste, la escondida playa de Cobijeru y si nos apetece, también la de Golpiyuri y muchas cosas más, así que ánimo y a caminar … “virtualmente” claro está, pues la mayor parte de nosotros “nos quedamos en casa”.
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